Jonathan Prendas Rodríguez
Diputado, Nueva República


Ni reactivación económica, ni generación de empleo, ni confianza fiscal, ni prestigio internacional, ni reducción del gasto público, ni apertura con el pueblo, ni cumplimiento de promesas a sectores, ni independencia de poderes, ni de agenda social, ni respeto a la institucionalidad del matrimonio o a la vida desde la concepción… Y es que lo que hacen ni lo hacen por vos y, menos por Costa Rica.

Si bien el PAC debería tener clara la autopista de las soluciones para generar bienestar, confianza, producción, desarrollo y estabilidad, tal y como prometió en las dos campañas que terminó ganando, gracias a su estrategia de generar odio contra la sombra de la política tradicional y luego contra la sombra de lo religioso, lo cierto del caso es que, a 5 años y 9 meses de haber iniciado, el PAC maneja una agenda conveniente, engañosa, confusa, parcializada y, entre otros muchos calificativos, inentendible.

Los emprendimientos, las PYMES y las empresas, que empujan la reactivación económica, están cerrando sus puertas porque el país no es competitivo, por los costos de producción, por las cargas sociales tan altas, por la falta de infraestructura…

Por ende, y contrario al anhelo de todos, el desempleo está subiendo, ya son 294 mil personas que están sin trabajo (12% de la población) ocasionado por cierre de plazas, cierre de comercios y, por ejemplo, debido a la migración de empresas nacionales y transnacionales.

Cómo si fuera poco, el costo de la vida sube y sube, al tiempo que el gobierno baja a su máximo histórico la cantidad de productos de la canasta básica (haciéndola poco nutricional y complicando la compra de los productos de primera necesidad para los que menos tienen), esto sin dejar de lado que el dólar no deja de subir y que las calificadoras internacionales, lejos de mejorarnos la nota por el plan fiscal, nos la bajan ante el asombro del gobierno PAC, que no pierde el tiempo para anunciar una disminución del déficit fiscal, sin aceptar que sus datos los «alcanzaron» al, por ejemplo, no hacer las transferencias sociales en diciembre, o al compararse contra su expectativa anual y no contra el año anterior.

Para colmo de males, cuando tienen la opción de acercarse al pueblo, lo que hacen es prohibirle al pueblo que llegue a las actividades oficiales, prohibirle que se manifieste y prohibirle hablar, o simplemente, si logran llegar, los dejan sentados esperando el cumplimiento de los acuerdos.

En su esfuerzo por generar una sólida imagen de gobierno mordaza, totalitario y de actitudes inconstitucionales los del PAC ahora pretenden legislar desde Casa Presidencial, al promover un cambio en el reglamento legislativo que les permita presentar proyectos de ley y obligar a que los diputados tengan que votar sin poder hacerle cambios.

Y si creyeron que ya era todo, pues no faltaba el gran final… En la amplia lista paralela a las necesidades del país, el gobierno quiere meterle cinco con hueco a la institución del matrimonio con una agresiva agenda LGTBI y a la promoción de la vida al vender la «brillante» idea de que los médicos no saben atender las emergencias en el embarazo y que por eso, desde la política, debe aprobarse la guía de cómo los doctores tienen que hacer abortos, pues como dijo el hoy ministro de salud, se debe privilegiar la vida de la madre, pues es la que ya está «consolidada».

Si bien podría seguir a analizando las prioridades del PAC podría decir, en resumen, que esa agenda ni es por vos, ni es por Costa Rica.


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