• Autoridades de Salud se preocupan por estas creencias
  • Familia estadounidense vino para misiones

Redacción – La ideología antivacunas es lo que habría influido con fuerza el contagio de sarampión de una familia estadounidense que reside en Cóbano de Puntarenas. Así lo confirmó el ministro de Salud, Daniel Salas.

«Nosotros estamos conscientes de que no es solamente extranjeros que tienen la ideología de no vacunarse, sabemos que también hay nacionales que tienen esa ideología. Esto ha existido, lamentablemente, en todos los países del mundo», explicó el jerarca.

Este es un movimiento que se expande por todos los continentes y contempla diversas creencias. Para estas personas, las vacunas son algo simplemente comercial y alejado de temas como la naturaleza -y otros más profundos dependiendo de sus pensamientos-.

En el caso de Costa Rica, Salas especifica que es una obligación de los padres llevar a sus hijos a vacunación por un tema de salud pública que beneficia a todo el país. Los menores de edad no tienen opción, según así lo establecen las normativas costarricenses.

En general, las vacunas son consideradas, en la historia de la humanidad, el mayor avance contra las enfermedades, pero ahora, grupos al rededor del mundo experimentan estas prácticas de la no inmunización y esto preocupa a las autoridades respectivas. por la falta de protección y lo que afecta a la salud pública.


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Por parte de estos estadounidenses residentes en el país, los padres no tienen a sus hijos con las vacunas respectivas ni están inscritos en el sistema educativo costarricense, además, tampoco tienen seguro social.

Los padres llegaron hace dos años a Costa Rica con sus nueve hijos para misiones y Salas aclara que el Estado procede a atender a estos pequeños porque es salud pública, para evitar la propagación del virus al resto del país. Si los niños requieren ser internados, deben costearlo.

La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha trabajado, en conjunto con la institución, para llevar las vacunas por todo el país y en todos los centros educativos. En el caso de ellos, al no estar matriculados en escuelas y colegios, no recibieron la vacuna.