Redacción- Una coalición de organizaciones de conservación marina  (CREMA-Costa Rica, OneSea.org, Tiburones Vivos, Energy Law Firm, y Fins Attached Marine Research and Conservation), entregó al Presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, una carta firmada por 54,161 ciudadanos del mundo entero para salvar el tiburón martillo.

En la carta hacen un vehemente llamado para interponga sus buenos oficios y evite todo intento actual y futuro de exportar aletas de tiburón martillo desde Costa Rica y a su vez asegure la protección de la especie mediante su declaratoria por parte del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) como especie de vida silvestre en peligro de extinción, otorgándole así protección oficial bajo la Ley de Conservación de Vida Silvestre (LCVS).

Desde el 1 de Marzo del 2015, la exportación de aletas de tiburón martillo está prohibida en Costa Rica, en cumplimiento de los compromisos adquiridos en la Convención para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) y las disposiciones de la LCVS.

De acuerdo con la coalición, desde entonces, la Presidencia muy lamentablemente ha demostrado su compromiso incondicional con el sector pesquero y exportador de aletas de tiburón.  Ha permitido que siga la captura de la especie sin regulación de talla ni de esfuerzo pesquero, bajo la mampara de la pesca incidental, así como el almacenamiento de sus aletas para exportación futura.

Tan solo entre el 1 de Marzo del 2015 y el 31 de Enero del 2016, fueron descargadas en Puntarenas más de 10 toneladas de aletas de tiburón martillo., según un análisis de datos oficiales de descargas pesqueras.

Para acelerar la eventual autorización para exportar las decenas de toneladas de aleta de tiburón martillo almacenadas desde entonces, se precisaba desaplicar las disposiciones que impone la LCVS sobre el comercio internacional de aletas de tiburón martillo.

Por ello, en Mayo del 2017 la Presidencia promulgó que los tiburones no eran vida silvestre, sino especies comerciales.  De esta manera, el cumplimiento de CITES para la exportación de aletas de tiburón martillo quedó bajo la supervisión y control exclusivo del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA).

El pasado 18 de mayo, el Tribunal Contencioso Administrativo 17-8322-1027-CA ordenó una medida cautelar suspendiendo la declaratoria de interés comercial del tiburón martillo.  Lamentablemente, las autoridades competentes siguen permitiendo la explotación irracional de la especie.

“El compromiso del Estado con el sector pesquero es reanudar la exportación de aletas de tiburón martillo capturados “incidentalmente”, y de paso, exportar el alijo de aletas acumulado en Puntarenas desde hace cuatro años,” denunció el biólogo costarricense Randall Arauz, de la organización internacional Fins Attached Marine Research and Conservation, con representación en Costa Rica.

“El cumplimiento de la LCVS pondría fin a la pretensión de exportar productos de tiburón martillo hasta la recuperación de la especie, y justificaría la destrucción del alijo de aletas de tiburón martillo almacenado en Puntarenas”, sentenció Arauz.

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