José Figueres Olsen, expresidente de Costa Rica. AMPrensa.com.

Redacción- Los expresidentes de la República elaboraron una carta abierta donde piden un acercamiento al diálogo y que cese la violencia que se ha desatado en los últimos días; sin embargo, el gran ausente en firmar fue el ex presidente José María Figueres.

El ex mandatario señaló que comprende la buena voluntad de la carta; sin embargo no lo firmó porque también comprende y se identifica con el malestar nacional.

“¡Tienen razón nuestros compatriotas al estar hartos! Con el alto desempleo y el estancamiento económico actual, la falta de seguridad personal y los bloqueos que nos paralizan, el costo de la vida y ahora nuevos impuestos – realidades que en su conjunto aumentarán la pobreza, en otro país habrían linchado a la clase política”, señaló.


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Además considera que muchos de esos problemas nacionales nacieron o se acrecentaron en los últimos cuatro gobiernos de tres partidos diferentes y señala que no reconocer eso en el documento, es pedir comprensión sin pedir perdón.

“Este gobierno que hereda buena parte de los retos acumulados, llegó con la misma buena voluntad de los otros, sólo que sin derrotero. Le “ayudan” desde las filas del PLUSC, trincheras en que ni terminan de ser gobierno ni terminan de ser oposición, pero se parecen al gobierno en la falta de visión y de iniciativas para sacar al país adelante. De seguir así, este gobierno va camino de ser el quinto en línea con lo que acumularemos veinte años de políticas deficientes que no pueden producir más que el estancamiento en el que vivimos.” Comentó Figueres.

El político afirma que cree en el diálogo sincero y que para dialogar, primero hay que escuchar, que para negociar, primero hay que ponerse en la posición del otro. Pero sobretodo para dialogar y negociar se debe tener como punto de partida un buen plan y una estrategia para ejecutarlo.

“Hoy estamos en una situación en la que los grupos no se escuchan, menos se colocan en la posición del otro para sentir por donde les aprieta el zapato, y mucho menos se tiene un plan. Un ejemplo de esto es la falta de un programa de competitividad nacional y de reactivación económica que estimule la creación del empleo que necesitamos”, concluyó.