• Sección de Delitos Informáticos investigó dos perfiles en internet
  • Víquez utilizaba su segundo nombre y edad real

Redacción – El exsacerdote Mauricio Víquez, acusado de abuso sexual contra menores de edad y que estaba prófugo de la justicia en México, se comunicaba a través de una red social donde publicó el fallecimiento de su tío, dato trascendental para el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Al ver esa publicación, la Sección de Delitos Informáticos del OIJ investigó que efectivamente el 18 de abril anterior se murió un familiar cercano de Víquez, móvil que le permitió a las autoridades ubicarlo en Mexico.

«Nosotros hicimos un estudio en el Registro Civil y verificamos que efectivamente eso había ocurrido (la muerte de su tío). O sea, que había fallecido un familiar de Mauricio Víquez Lizano y así tuvimos un panorama más claro y adecuado de lo que estaba sucediendo», indicó el director del OIJ, Wálter Espinoza.


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Además de lo anterior, lograron identificar este perfil por un conjunto de «pistas»: utilizaba su segundo nombre, Antonio, y su edad real, 54 años, para interactuar. Por otro lado, indicaba que tiene un grado académico de doctorado, otro dato que coincide con el imputado.

El fin principal de este perfil en la red social era que Víquez iniciara su nuevo negocio en tierras mexicanas: brindar servicios de asesorías para la elaboración de tesis, algo similar a lo que él desarrollaba en Costa Rica antes de huir de las autoridades.

El OIJ y la Oficina de Interpol en San José  de este Organismo desde hace 4 meses venían realizando una investigación conjunta con la Unidad de Prevención de Delitos Electrónicos de la División Científica y con la División de Investigación, ambas de la Policía Federal de México.

Este domingo se logró la detención  Víquez  a eso de la 1:30 de la madrugada en la ciudad de Monterrey en México, específicamente en la zona llamada Santo Domingo, de San Nicolás de los Garza, Nuevo León.

La investigación inició el pasado 11 de abril con el ingreso de dos informaciones a la línea confidencial del OIJ, las cuales se comenzaron a investigar por parte del departamento de delitos cibernéticos y se identificó información clave mediante el análisis y seguimiento de los datos recabados que confirmaron que el sospechoso se encontraba en México, por lo que a partir del 29 de abril de 2019 se procedió a coordinar con la Unidad de Prevención de Delitos Electrónicos de la Policía Federal para iniciar la investigación en ese país.