Redacción – Roo, una golden retriever de 1 año con un triste pasado que por suerte encontró a un padre adoptivo que la adora como a nadie más en el mundo.
Hasta este día ella no había tenido un juguete propio y posiblemente antes de conocer a su nueva familia, nunca había tenido la oportunidad de jugar con alguien.
Sus nuevos dueños, entonces, le dieron la oportunidad de jugar y con ellos comprarle un juguete para perros.
Vea el emotivo vídeo de Roo: