Redacción- Este jueves primero de octubre la Comisión Nacional de Rescate de Valores (CNRV) otorgó el premio Nacional de Valores “Rogelio Fernández Güell” 2015, a la señora Luisa Ana Ureña Durán presidenta de la Asociación de Voluntariado del Hospital San Juan de Dios.
Luisa fue elegida por ser modelo de virtudes solidarias, con una profunda sensibilidad al dolor ajeno y un carisma de consagración a la persona enferma y su familia. En su profundo interés por servir, lidera a un grupo honorable de mujeres – que constituyen las Damas Voluntarias del Hospital San Juan de Dios – para quienes no existe ninguna pretensión económica, nada más servir al más necesitado, como es el enfermo, resaltó en su discurso esta mañana César Fernández Rojas, presidente CNRV.
¿Quién es doña Luisa?
Luisa Ana Ureña Durán tiene 20 años de ser dama voluntaria en el Hospital San Juan de Dios y se dedica a esta labor al 100%, con un horario de 7 de la mañana a 5 de la tarde, de lunes a viernes doña Luisa recorre los pasillos del hospital con gran optimismo, alegría y amor.
Nació un primero de enero de 1955, en el hogar formado por Dora Durán Barboza y Marcial Ureña Durán, es la tercera hermana de una familia de seis. Su infancia fue muy feliz porque la disfrutó en compañía de sus hermanos en Acosta, en una Costa Rica donde los niños jugaban libres en los potreros.
A la edad de 12 años su familia se mudó a Desamparados, ahí cursó la secundaria en el Colegio Monseñor Odio. Luego estudió en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) donde se graduó como profesora de Educación para el Hogar.
A los 18 años se casó, por el trabajo de su esposo se mudó a Golfito, lugar en el que vivió por dos años. Nunca ejerció su carrera porque se dedicó al cuido de sus cinco hijos: Susana, Lorena, Eddie, Verónica y Natalia. Tiempo después se mudó a Pavas, lugar donde vivió por 25 años.
En 1974 decide participar en grupos de voluntariado en su comunidad ayudando a jóvenes en riesgo social, a los Scouts y a mujeres esposas de alcohólicos. En el año 1995 se integró al grupo de voluntariado del San Juan de Dios, inició en la Unidad de Quemados, ese primer contacto fue muy duro para ella, porque estaba cara a cara con el dolor y fragilidad del ser humano, sin embargo, esta experiencia la fortaleció.
Desde hace seis años es la presidenta de la Asociación del Servicio Voluntario para el Desarrollo Asistencial del Hospital San Juan de Dios. Tiene a su cargo 110 voluntarias, que se distribuyen en diferentes grupos para abarcar todas las áreas del hospital. Ella administra una soda dentro del centro médico y con esto generan recursos para otorgar diarios a pacientes de escasos recursos, pagar estadías, traslados, alquileres, e incluso ayudan al hospital con la compra de algunas necesidades. En el 2014 donaron un total de 13 millones de colones.
Doña Luisa es muestra real del efecto positivo de una vida entregada a los valores de la solidaridad, la generosidad, el respeto y la honestidad. Su constancia ha sido ejemplar, manifestándose en la búsqueda del dar y hacer el bien a nuestros semejantes.
“Nosotras en el hospital venimos a curar el sufrimiento… el alma. La persona está angustiada… ahí nosotras intervenimos.”