Redacción – El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha decretado una serie de sanciones económicas contra Turquía, a fin de garantizar la seguridad nacional del país y defender a los ciudadanos rusos de «acciones criminales», ha informado el Kremlin.
Putin ha prohibido a los empleadores rusos que no estén autorizados por el Gobierno contratar a ciudadanos turcos a partir del próximo 1 de enero.
Entre otras medidas, el decreto presidencial suspende o restringe, según una lista que elaborará el Gobierno, la entrada en Rusia de determinadas mercancías procedentes de Turquía.
Las sanciones son en represalia por el derribo el martes pasado de un bombardero ruso Su-24 en la frontera turco-siria, ataque que el Kremlin ha calificado de «golpe a traición» y «reto sin precedentes».
El decreto presidencial establece asimismo prohibiciones o restricciones a empresas turcas realizar determinados trabajos y prestar servicios en el territorio de Rusia, de acuerdo con una lista que confeccionará el Gabinete de Ministros.