Redacción – Entre todos los preparativos que ocasiona organizar un viaje, hay situaciones de suma importancia que afrontar. Una de ellas es decidir qué hacer con la mascota. Aunque el traslado sea corto y los días sean pocos, es importante tener en cuenta este tema específico.

Quienes en sus desplazamientos cuenten con alguna mascota como compañera de viaje sabrán que estas no son inmunes a los movimientos que ocasiona un vehículo, tren, micro, avión o cualquier otro medio de transporte. «Para evitar la cinetosis (mareos por el movimiento) existen los anticinetosicos, que son mejores y más recomendables que los sedantes. El mareo está relacionado con el mensaje que se da desde el centro del equilibrio, formado por el oído interno y el cerebro del animal», explicó la veterinaria Carolina Chavez (MP 10.808) a Infobae.

Como les ocurre a los seres humanos, los perros y los gatos (mascotas más comunes a la hora de realizar un viaje) también se marean. No es raro que, tras permanecer inmóviles durante el tiempo que dure el trayecto, vomiten el contenido de su estómago.

En los cachorros y animales más jóvenes, en general, es cuando más se producen estos efectos, ya que en los adultos, la estructura ósea del oído responsable de mantener el equilibrio se formó en su totalidad. Los vómitos pueden persistir en el caso de los perros, incluso con el paso de los años, ya que a veces asocian los viajes con las náuseas, por lo que se aconseja cambiar de vehículo.

Los preparativos y el cambio de entorno son también un motivo de estrés para los animales y, aunque algunos son más sensibles que otros, incluso un corto desplazamiento para ir al veterinario puede ocasionarles estos problemas.

En el caso de los trayectos en avión, es fundamental tratar de elegir vuelos directos, evitar volar durante el verano e intentar, cuando la empresa lo permita, reservarles un espacio en la cabina del avión.

Cómo lograr que un viaje no afecte al animal

La veterinaria Carolina Chavez enumeró cinco claves para que las mascotas no sufran ni tengan malestares, producto de estas desacostumbradas a realizar viajes, así sean de corto o largo trayecto.

  • En los viajes en auto, es aconsejable tapar las ventanillas laterales de atrás. Tiene que ver con el mensaje que se le manda al cerebro respecto a la posición real del cuerpo y lo que captan los ojos de la mascota.
  • Que no coman mínimo dos horas antes de viajar, para evitar que tengan contenido en el estómago.
  • Para evitar los mareos, consultar con un veterinario, pero preferentemente darles anticinetosicos. Es una mejor opción que los sedantes, porque en los viajes en avión -por ejemplo- la diferencia de presión en el aire generan un estrés respiratorio y la sedación puede agravarlo.
  • Si necesitan medicación, es aconsejable proveerles ansiolíticos naturales.
  • De ser posible y si el viaje es corto, es preferible dejarlos en casa.