Redacción – El caso de la modelo costarricense no tuvo un final feliz, y en el último episodio del drama, un juez declaró culpable a la joven de 25 años Kathia Adriana Corella Rojas por delitos de crimen organizado y lavado de dinero.

El caso de la modelo tica

A pesar del drama que tuvo todo el color de una narconovela, casi siempre estuvo sonriente y elegante ante las cámaras de prensa nicaragüense.

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4 de diciembre 2015

Kathia Adriana Corella es capturada junto a cuatro personas más de la banda.

8 de diciembre de 2015

Un juez dicta prisión preventiva.

25 de mayo de 2016

Inicia juicio contra cinco miembros de la banda narco, incluyendo a Corella.

22 de junio de 2016

Un juez declara culpable a todos los acusados en el juicio.

Este caso acaparó la opinión pública nicaragüense y nacional, al conocerse que se trataba de una conocida modelo tica.

Tras conocerse el veredicto, la Procuraduría pidió la pena máxima para los condenados, en el caso específico de la costarricense, serían 20 años de prisión por el delito de crimen organizado y 12 más por el de lavado de dinero.

El abogado defensor de Corella pidió en cambio una pena mínima, 5 por cada uno de los delitos imputados.

El juicio

En los alegatos finales, el fiscal encargado afirmó que existió un trabajo efectivo de la Policía Nacional para demostrar el rol activo de la modelo, que resguardaba, administraba y ocultaba el dinero producido por las transacciones de droga de su esposo Walter Pereira Castillo.

El procurador dijo que la modelo tica conocía a qué se dedicaba su expareja, con quien vivió seis años, y que ella resguardaba el dinero en el condominio donde habitaba.

Marvin Arias, abogado de Corella, aseguró que el Ministerio Público y la Procuraduría General de la República no lograron demostrar que su cliente estuviera ligada a la supuesta agrupación narco.

Indicó que tampoco demostraron que Corella hubiera ingresado a Nicaragua en el 2014, ya que supuestamente, la Policía da seguimiento a la banda desde el 2013.

Aseveró que la modelo no tiene bienes en Costa Rica ni en Nicaragua y que el testigo policial, dijo que su defendida no estuvo en la reunión narco en diciembre de 2015, en la que supuestamente se habría decidido el traslado de droga que resultó quebrado por los uniformados hace seis meses.

Agregó que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica confirmó que Corella no tiene antecedentes delictivos y que no era investigada.

Sin embargo, ninguno de estos argumentos convenció al judicial que dictó condena.

Caso tuvo el color de una narconovela

La pasarela, la alfombra roja y el flash de las cámaras serán una referencia del pasado para la modelo costarricense Corella Rojas, quien a pesar de lucir sonriente y con buen ánimo ante los reporteros gráficos durante las audiencias y el juicio en Managua, cargará por siempre con el estigma de haber sido enjuiciada por un delito de drogas.

Tras su captura la joven recibió prisión preventiva por parte de la juez Noveno de Distrito Penal de Audiencia de Managua, Indiana Gallardo.

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La detención

Corella utilizaba como escondite una casa ubicada en un condominio en las afueras de Managua, donde residía con su pareja, el costarricense Walter Pereira Castillo, presunto jefe de la banda y quien se suicidó  en su presencia y frente a una hija de cinco años que la pareja tenía en común, todo para no dejarse capturar por la policía.

En el lugar, las autoridades dieron con $871,140, además de 285.6 kilos de cocaína, dos cabezales, un remolque, una camioneta, una casa, un rifle y semovientes.

La modelo se mantiene en la cárcel de mujeres de Tipitapa acusada por los delitos de lavado de dinero y crimen organizado.

No tuvo ayuda

Pese a que Corella, quien procreó una hija de 5 años con Pereira Castillo, solicitó la ayuda de importantes personalidades de su país, como el canciller costarricense Manuel Gonzalez, y el de Rodrigo Arias, hermano del expresidente tico y Premio Nobel de la Paz, Óscar Arias Sánchez, ellos no abogaron por ella.

La modelo costarricense enviaba el dinero de Nicaragua a Costa Rica en vehículos con compartimentos artesanales, según la acusación de 21 páginas, en la cual dedican exclusivamente dos páginas para describir la participación de Corella.

Corella habló después de juicio

Después de secar sus lágrimas, Kathia Adriana Corella Rojas dijo: «Yo soy inocente, tengo una carrera médica, tengo una familia que es respetable, yo tengo un nombre, mi familia tiene un apellido en Costa Rica».

La madre de una niña de cinco años también le dijo a la prensa alrededor: «Ahorita lo que me falta es ver a mi hija y estar con mis familiares».

Rodeada de agentes del Sistema Penitenciario y cámaras, agregó: «No quiero decir nada más, solo muchas gracias, estoy muy tranquila, tengo el respaldo de mi familia y que hubo resultados que ya se venían venir, por la presión», aunque no supo decir, quién o quiénes presionaron.

Aseguró que algún día quedará libre, «Dios primero así va a suceder». Al preguntarle sobre cómo la trataban en la cárcel, solo dijo: «Sin palabras, no tengo nada que decir».

El abogado defensor dijo que apelará la sentencia en el juzgado capitalino correspondiente.

La modelo, nacida en Alajuela, trabajó para reconocidas marcas de lencería, desodorantes, champús y bebidas. Desde niña participó en eventos de belleza, y aunque estaba metida de lleno en el mundo de la moda, confesó alguna vez en entrevista que estudiaba medicina porque “la carrera de modelaje es corta”.