Redacción – Los británicos votaron por salir de la Unión Europea.

El Reino Unido ha sido miembro del bloque (y uno de sus precursores) desde 1973, y el gobierno británico se enfrenta ahora a la gigantesca tarea de desentrañar décadas de legislación, tratados y acuerdos entre el Reino Unido y la Unión Europea, el mercado más grande en el mundo.

 La inmensa tarea llevará al menos dos años, si no más.

¿Qué pasará con la Unión Europea?

El Reino Unido es el primer país que vota por salir del bloque. Lo más parecido a esto es Groenlandia, que es parte de Dinamarca y que salió en 1985. (El resto de Dinamarca se quedó).

Grecia pensó seriamente y, de hecho, se llegó a hablar del Grexit. Pero hay que pensar en el precedente que sienta. Con la decisión del Reino Unido, otros países de la UE podrían empezar a mirar también la puerta de salida y eso tendría enormes consecuencias para la economía y la estabilidad.

Líderes de la extrema derecha en los Países Bajos y Francia llamaron a referéndums en sus países similares al británico.

«Si llego a ser primer ministro, habrá un referéndum en los Países Bajos sobre la salida de la Unión Europea. Que los holandeses decidan», dijo Geert Wilders.

En la misma línea se pronunció la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, quien en Twitter expresó que el resultado hacía necesaria una votación similar en Francia.

Ene Techau, director del think tank sobre política exterior Carnegie Europa, dijo que la UE jugará duro cuando negocie la salida del Reino Unido.

«En primer lugar, se tratará de un duro vis-a-vis con el Reino Unido. Está bastante claro que tendrán que unificarse en torno a una posición que hará muy doloroso para el Reino Unido negociar esta salida, para que todo el mundo vea lo que ocurre con que si se intenta hacer lo mismo «, dijo Techau.

Si bien esto es una táctica a corto plazo, la UE también tendrá que encontrar una solución más profunda a los problemas, siendo uno de los más urgentes la crisis de refugiados.

Nuevos liderazgos

El primer ministro, David Cameron, quien dirigió la campaña por la permanencia, «Bremain», anunció su renuncia después de la votación.

Cameron no dio un calendario exacto para su partida, pero dijo que quería un nuevo líder para el inicio de la conferencia del Partido Conservador en octubre.