Redacción – En el momento más solemne del acto en homenaje a los policías muertos en Dallas por un francotirador, el expresidente de Estados Unidos, George Bush, toma la mano de la primera dama, Michelle Obama, y baila con energía al ritmo de la canción Glory Glory Hallelujah.

Mientras, también sonríe y logra apenas un esbozo de sonrisa de la esposa del presidente Obama, a quien se la ve un poco incómoda por la situación.

Cuando Michelle Obama siente el tironeo de Bush mientras se mueve al ritmo de la música, lo mira sorprendida en un principio, como si no creyera lo que estaba ocurriendo, y luego sólo alcanza a devolverle una débil sonrisa, al igual que su marido, que observa la situación y ríe.

La extraña situación ocurrió durante la ceremonia ecuménica en el Meyerson Symphony Center, situado en el centro de la ciudad,convocada por el presidente Obama.