Redacción – Tras el hallazgo días atrás de los cuerpos de dos mujeres en la habitación de un hotel del centro de San José, una amiga de las víctimas conversó con AMPrensa.com sobre la vida de las víctimas.

Irina Hernández, amiga de las mujeres, recordó a sus amigas como personas muy trabajadoras que dejaron Nicaragua con un solo fin: alimentar a sus pequeños hijos que dejaron en su país por necesidad. Ambas solo encontraron trabajo como damas de compañía.

Según Hernández, las dos mujeres decidieron venir a Costa Rica para trabajar y así ayudar a sus familias en el país vecino del norte, y su aventura en suelo nacional dio inicio como vendedoras de una tienda.

Tiempo después, de acuerdo con lo expresado por la amiga de Camila y Jimena (nombres con los que las víctimas fueron identificadas), decidieron trabajar en una pensión como damas de compañía, oficio que les significó mejores ingresos.

Cuenta Hernández que a pesar del tipo de labor que sus amigas realizaban, siempre fueron muy humildes y trabajadoras, y no pudo contener sus lágrimas al enterarse de la muerte de ellas.

«Tras de que las usó sexualmente, las mató y les quitó lo que tenían», dijo con la voz entrecortada.

Tanto Camila como Jimena eran mujeres de bien, que lo daban todo por su familia y aunque ellos no conocían su oficio, el dinero que ganaban tenía como destino la comida de sus hijos, menciona Hernández.

Al enterarse de su muerte, la madre de Camila viajó a Costa Rica para repatriar el cuerpo de su hija.

Ambas víctimas ya están en su tierra natal, donde serán sepultadas.