Redacción-No cabe duda que el fútbol le pone una gran carga al cuerpo y lo expone a las lesiones. Pero hay unas partes que, por la misma naturaleza del juego, son particularmente vulnerables.

No obstante, hay maneras de disminuir las probabilidades de una lesión de futbolista.

Aquí hay cinco regiones del cuerpo a las que debe ponerle atención:

Tobillos

Los esguinces del tobillo son la lesión más común en la mayoría de los deportes, pero más en el fútbol donde los giros rápidos son esenciales.

Rodilla: Esta es una lesión del fútbol que puede resultar ser extremadamente seria.

La rodilla es la articulación más compleja del cuerpo, que consta de músculos, ligamentos, tendones y la coyuntura de cuatro huesos. Hay muchas cosas que pueden fallar.

Muslo:Las lesiones más comunes de esta parte superior de la pierna se dan en los isquiotibiales (los músculos posteriores), seguidos de los cuádriceps (los músculos anteriores).

Ingle y cadera: Las lesiones en esta región pueden ser difíciles de diagnosticar pero los problemas más comunes tienen que ver con los músculos aductores (los que se usan para un pase lateral o para apretar las piernas) y la distención.

Los médicos especialistas en lesiones deportivas tienen una gran dificultad identificando la lesión exacta y hay muy poco consenso en cómo tratar el dolor crónico de esta zona del cuerpo.

La compleja anatomía de la región de la ingle y la cadera pueden conducir a un tratamiento equivocado y hasta la posibilidad de no poder volver a jugar fútbol sin dolor.

Corazón: Aunque las lesiones de las extremidades inferiores son la mayor preocupación para un practicante del fútbol, un corazón saludable es esencial para someterse a períodos extensos de esfuerzo físico.

Es recomendable obtener el visto bueno de un cardiólogo para asegurarte de que no tengas alguna patología cardíaca o pulso irregular.