Redacción-¿Su perro labrador está gordo? ¿Siente que siempre está pensando en comer? ¿Diría que es un goloso? Pues usted tiene razón. Así es esta raza: glotona.

Los perros de raza labrador, especialmente los retriever, tienen tendencia al sobrepeso debido a la genética, según un nuevo estudio publicado en ‘Cell Matabolism’.

Científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han identificado una variación genética asociada con la obesidad y el apetito, lo que puede explicar por qué tiene más posibilidades de ser gordos que los perros de otras razas.

El equipo de expertos trabajó con una muestra de 310 labradores para buscar en ellos variantes de tres genes relacionados con la obesidad. Descubrieron que una variante de un gen conocido como POMC estaba “fuertemente relacionada con el peso, la obesidad y el apetito en los labradores y en los retrievers de pelo liso”.

De hecho, se cree que casi uno de cada cuatro (23 por ciento) tiene, al menos, una copia de esa variante genética y en ambas razas, por cada copia del gen, el perro pesa una media de 1,9 kilos más y afecta también su tamaño.

El gen afectado se sabe que desempeña un papel importante en regular cómo el cerebro reconoce el hambre y la sensación de saciedad después de haber comido.

Los labradores tienen mucho éxito como animales de trabajo y compañía al ser leales, inteligentes y con ganas de agradar, pero lo más importante es que son fáciles de entrenar, una técnica en la que se suele emplear el alimento como recompensa, lo que hace de ellos perros “más motivados para el trabajo a cambio de una golosina”, señaló uno de los autores del estudio, Giles Yeo.

Sin embargo, “se trata de un arma de doble filo”, pues si tener la variante genética hace de ellos animales más entrenables, pero también más susceptibles a la obesidad.

“Es algo que los propietarios deben saber para estar concienciados, de manera que controlen de forma activa el peso del perro”, agregó. Cabe anotar que el POMC también se encuentra en humanos.#AMPrensa