Redacción- Tras los múltiples problemas de explosiones e incendios que presentó el teléfono Galaxy Note 7 de Samsung, las aerolíneas y autoridades de aviación de Estados Unidos endurecieron los controles para quienes poseen uno de estos dispositivos.

La decisión se tomó luego de que uno de estos dispositivos ardiera en un avión a punto de despegar y que generó una evacuación total de la aeronave.

Aunque en primera instancia, la decisión era de viajar con el teléfono apagado, las autoridades intensificaron los controles al notar que algunos pasajeros no respetaban este tipo de lineamientos.

A raíz de estos hechos, la autoridad aérea de Estados Unidos multará a quien descubran con uno de los móviles de Samsung a bordo de un avión.

La sanción -de acuerdo con varias aerolíneas-  podría ser de hasta $179. 933 -casi ¢200 millones de colones-  para cada pasajero que descubran violentando la norma.

Incluso, la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés), agregó que podrá levantar cargos contra la persona responsable y pasar hasta 10 años en prisión dependiendo del hecho.