Redacción – La temporada que recién finalizó el ciclista costarricense, Andrey Amador, solo puede definirse como histórica para el ciclismo tico.
Convertirse en el primer centroamericano en enfundarse la Maglia Rosa del Giro d’Italia y acabar segundo en la undécima etapa de la competición infló de orgullo el pecho de todos los costarricenses.
«Ha habido dos partes muy diferenciadas. De la primera estoy muy contento y difícilmente la voy a olvidar. Yo creo que haberme vestido de rosa en el Giro y haber peleado con los mejores me deja buenas sensaciones», señaló Amador para su sitio web.
El costarricense también subió al podio en la última etapa del Tour de Romandía, además de asistir a sus segundos Juegos Olímpicos, luego de hacerlo en primera ocasión en Londres 2012; sin embargo, esta fase no fue tan positiva como la primera.
«En Polonia me tuve que retirar, en los J.J.O.O no me sentí bien, y en Italia tampoco tuve las mejores sensaciones. Ahora solo toca mirar adelante e intentar que el 2017 sea mejor que el anterior», añadió el tico.
En total acumuló 10.878 kilómetros, divididos en 66 días de competición, la temporada más corta que ha efectuado desde el 2012, ahora apunta a que el «2017 sea mejor».
En setiembre anterior tuvo que dejar la bici a un lado por una dolencia en un testículo, pero, no fue suficiente para detenerlo, ya que semanas después se presentaría en la Coppa Sabatini, Mundial de Ciclismo en Doha, y Abu Dhabi.