Redacción- La incautación de un importante cargamento de cemento ilegal en una ferretería ubicada en Puriscal deja en evidencia un negocio ilícito que pone en riesgo la construcción en el país así como expone a sanciones importantes a quienes vendan o importen productos sin permiso.

Welmer Ramos, ministro de Economía, Industria y Comercio, señaló que este caso debe investigarse a fondo, para determinar los responsables de este tipo de hechos que ponen en riesgo la construcción de viviendas u otras edificaciones pues es producto que no ha sido analizado ni se encuentra en regla en el país.

«El cemento ilegal es un tema que hay que verlo de inmediato (…) si el producto no cumple con las reglas de calidad, el producto debe ser retirado del mercado, ya sea por nosotros, o por cualquier otra entidad» comentó Ramos vía telefónica pues se encuentra fuera del país.

De acuerdo con las autoridades, quienes vendan productos sin certificación o de manera ilegal se exponen a fuertes sanciones, desde económicas hasta juciales.

«Para eso es la reglamentación técnica que nosotros establecemos, para que todos los comerciantes la cumplan. Quien no lo haga se expone a sanciones y multas muy fuertes; al retiro inmediato del producto del mercado y si ha hecho incurrir a otros en construcciones peligrosas debe incurrir en la demolición de la estructura y cumplir con otros requisitos» manifestó el jerarca.

Este martes, la Policía de Control Fiscal (PCF) decomisó un cargamento de más de 300 sacos de cemento ilegal proveniente de Guatemala.

El cemento marca El Progreso se vendía en Puriscal, aunque las autoridades investigan si hay más del producto en dos bodegas que se encuentran bajo investigación.

Por ahora, las autoridades no tienen a ninguna persona detenida por este tema, sin embargo, ya hay varios sospechosos.