Ajusticiamiento en limón que dejó cinco muertos en octubre pasado

Redacción – Durante los últimos tres años, Costa Rica ha sido la trinchera que ha visto como una guerra de territorios para vender drogas entre narcotraficantes deja al menos cinco muertos a la semana, trágica realidad que hunde cada día más a un país donde sus ciudadanos dicen ser los más felices del mundo.

Si bien Costa Rica no alcanza los altos índices de inseguridad y narcotráfico de países vecinos como Honduras, Guatemala y El Salvador, el ajusticiamiento ha revelado estadísticas de homicidios que ya se tornaron comunes en Costa Rica.

Así pues, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) registra 746 casos de ajuste de cuentas en los últimos tres años.

Según el director de la policía judicial, Walter Espinoza, el ajuste de cuentas se sigue dando por el constante ataque mutuo entre bandas locales por prevalecer y defender territorios o barrios en los que se dedican al ilegal negocio de la droga.

“Los homicidios en Costa Rica son el reflejo de una constante de naturaleza regional, que está afectada y determinada por la existencia de delitos conexos que subyacen en la base de la actividad criminal y que nosotros hemos detectado como asuntos de tráfico de drogas”, señaló Espinoza.

Este fenómeno cuenta con componentes de carácter nacional e internacional, mismos que inciden directamente en el aumento de este tipo de homicidios.

Hace unos diez años o más este tipo de asesinatos no ocurrían en Costa Rica, en virtud de que no se daban este tipo de disputas por áreas de influencia criminal.

Es ahora que el fenómeno ha dado un giro brusco al punto en el que estas organizaciones criminales requieren disciplinar a sus integrantes sin posibilidad alguna de acudir a los canales formales para disminuir conflictos por la naturaleza de sus actividades ilícitas.

En la región de América Central, en promedio, cuenta con una tasa de 26 homicidios por cada 100 mil habitantes, misma que sólo es superada por el continente africano, que suma 30 muertes por cada 100 mil.

La diferencia de homicidios entre continentes es considerable, ya que por ejemplo, en Asia, la tasa es de 3,1 por cada 100 mil habitantes, Europa 3,5 y Oceanía 2,9.

De acuerdo con el jerarca del OIJ, las condicionantes para que en América Central se presente una tasa tan alta de homicidios son por ejemplo una cultura de violencia que se transmite por parte de organizaciones colombianas y mexicanas.

Nuestra ubicación también es clave para que se dé casi un ajusticiamiento diario en nuestro país, ya que Costa Rica se encuentra en una franja que es vulnerable para delitos como el narcotráfico, de migrantes, legitimación de capitales y una alta disposición de armas de fuego.

Para Espinoza, el Estado ha realizado esfuerzos importantes en el tema de seguridad pública; sin embargo, para el jerarca, hay más factores que intervienen la existencia de violencia.

“Están relacionados con temas laborales, con temas económicos, temas sociales, con educación pública, distribución de riqueza, con infraestructura urbana, con disposición de armas de fuego, con miles de circunstancias que deben ser abordadas con una visión conjunta y con política de Estado”, sentenció Espinoza.

En cuanto a la actividad del OIJ este 2016, el director considera que la actividad de ese organismo fue de muy buen impacto, mientras que para el 2017, esperan un año duro con homicidios con tendencia a la alza.