San José – A partir de este 04 de febrero, la cuenta regresiva para la elección del sucesor o sucesora de Luis Guillermo Solís inicia.
En 8760 horas, estará iniciando la elección que permitirá definir al presidente número 48 que tomará las riendas del país. Aún cuando el tiempo que queda es poco, porque después de la elección -en caso de que se defina en una primera ronda- inicia el período de transición, donde poco o prácticamente nada logra concretar el gobierno saliente, Solís se muestra optimista de que se puede avanzar en algunos rubros específicos e incluso afirma que aún hay mucho tiempo para ‘hacer obras importantes’.
A pesar de que en campaña su lema se basó en reducir la pobreza extrema, en su segundo año apenas la redujo en uno por ciento y en una entrevista que este medio le realizó en exclusiva, no lo pone como su principal logro.
Asimismo, tampoco lo pone como el principal objetivo de su último año de gobierno. El presidente mencionó que las obras de infraestructura serán el fuerte de este año electoral.
Solís no deja de lado el tema de la reforma fiscal, un apartado que podría quedar en cuidados intensivos pues el cabildeo político actual no parece tener mayor ímpetu en este tema y por el que luchó por el último año, a pesar de que en campaña también fue enfático en que los costarricenses no tendrían más impuestos. El mandatario ha dejado claro en varias ocasiones que pese a que fue una promesa en campaña, no le importa asumir el costo político de buscar reducir el hueco fiscal.
De acuerdo con Solís, en el tema de infraestructura -una de sus principales promesas en campaña- el gobierno fue capaz de echar a andar proyectos varados y espera legar otros como pasos a desnivel en Circunvalación, construcción de escuelas y colegios así como la reconstrucción de varios poblados tras el paso del huracán Otto.
A continuación, las respuestas del presidente.
P. A un año de que el país se apreste a elegir su sucesor, ¿cómo cataloga estos casi tres años al frente del Gobierno?
R. No ha sido fácil, pero hemos logrado avances en los tres pilares que propusimos durante la campaña. En el pilar de luchar contra la corrupción y un Estado transparente, logramos romper con la tendencia de escándalos de corrupción que golpeaban tanto las finanzas públicas como el ánimo de los ciudadanos, algo que se registró en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, con la mejor nota en los últimos cinco años, ocupando la 58 en el mundo,como lo reporta Costa Rica en enero de 2017.
P. ¿Podría hacer un balance entre lo que ha sido lo más complicado y quizá lo más ágil de llevar dentro de su administración?
R. Lo más complicado es enfrentar un modelo político en el que existen muchos elementos para evitar que se hagan las cosas. Aclaro que no se trata de los controles, que son necesarios, sino de una tendencia a tratar de que las cosas no se concreten, para no cambiar el status quo, la forma en que se vienen haciendo las cosas.
Lo más ágil de llevar resulta una apreciación siempre difícil de mencionar. Tal vez podemos mencionar que estar atento a la voz de los ciudadanos y las ciudadanas, a pesar de lo difícil que pueda resultar compaginar las diferentes situaciones, pero nos pusimos el objetivo de visitar las comunidades, de escuchar a los sectores. Nadie ha sido excluido. Asi lo reconoce el último informe del Estado de la Nación del 2016, al mostrar una significativa reducción de la conflictividad social que venía enfrentando el país. Esta disminución de la agitación social se debió a la aplicación de un mecanismo permanente de diálogo con todos los sectores nacionales.
P. Cuando falta un año para que los costarricenses elijan un nuevo mandatario, ¿cuáles son los proyectos que espera implementar en los próximos 365 días?
R. Un año todavía es mucho tiempo para impulsar obras importantes, especialmente las que habían estado detenidas y las cuales nuestra administración ha reactivado e impulsado. Somos realistas, y estamos claros de que es un período limitado, que no se puede estirar. Pero mantenemos nuestro compromiso de realizar obras y acciones relevantes.
En materia de infraestructura, tenemos una agenda cargada para impulsar proyectos estratégicos para reducir la congestión vial y aumentar la seguridad en las carreteras, como la ampliación del nuevo puente Alfredo González Flores (Virilla sobre la autopista General Cañas), la ampliación del puente de La Uruca-Jardines del Recuerdo, y los puentes sobre el Virilla en el Saprissa y en Lindora.
Además, impulsamos obras de estructura vial estratégicas para el país como la carretera Vuelta de Kooper Chilamante, los avances en la carretera Sifón La Abundancia y la Punta norte;
También en materia de infraestructura, continuaremos y consolidaremos el vigoroso impulso que se ha dado al presupuesto más grande en la historia de infraestructura educativa. Junto con ella, la construcción de 11 delegaciones policiales en todo el país, la construcción de nuevos módulos para enfrentar el hacinamiento carcelario, la construcción de acueductos a lo largo de todo el país y muchas otras obras que vienen de administraciones anteriores.
Estamos dejando obras estratégicas fundamentales que deben ser continuadas como es lo habitual en nuestro país y que deberán ser construidas por otras administraciones. He sido claro que las obras le pertenecen a Costa Rica y no a las administraciones.
También se vienen obras como la reconstrucción nacional tras el paso del huracán Otto, en el que impulsaremos un cambio en el paradigma, para no limitarnos a construir obras que se vean afectadas en el próximo evento climático.
Además de ello, están previstos el Centro Nacional de Congresos y Convenciones, edificación de escuelas, la primera fase de la megaterminal de Contenedores en Moín, la ampliación del aeropuerto Daniel Oduber, el Pabellón Deportivo en el Parque de la Paz y el Centro Acuático en la Sabana, obras deportivas que deberán iniciar su construcción; el Centro Nacional de Control de Dolor y Cuidados Paliativos, el Centro Nacional de Control de Energía, los Centros Cívicos por la Paz. Todavía tenemos una agenda importante.
P. Durante la campaña que lo llevó a la presidencia, usted realizó una serie de promesas, entre ellas, el tema de infraestructura. Dejando de lado el tema del puente Alfredo González Flores, y la ejecución de otras obras que venían de administraciones pasadas -ruta 32, San José-San Ramón, carretera a San Carlos, entre otras-, ¿cuál o cuáles vías u obras de infraestructura llevan el sello personal de la administración Solís Rivera?
R. Si revisa las propuestas del Plan Rescate, encontrará que temas como la ruta San José-San Ramón, al ruta 32 y la carretera a San Carlos están incluidas. La clave aquí es entender que se tratan de proyectos que estaban paralizados, estancados. Esta administración los reactivó, los rescató y les dio viabilidad, en el caso de San José San Ramón con la figura novedosa de un fideicomiso, en el caso de la carretera a San Carlos, sacando el proyecto del estancamiento, resolviendo problemas de estabilidad en el proyecto, y dejando la mayor parte del proyecto construida.
Además, se están retomando las ampliaciones los pasos a desnivel, como el caso de Paso Ancho, y se iniciarán en este año los pasos a desnivel en la rotonda de las Garantías Sociales y la Bandera, que deberán esperar a que avancen las obras en el puente sobre el Virilla, para evitar mayores congestiones viales.
En esta materia, también hay que citar el fortalecimiento del INCOFER. El proyecto venía de administraciones anteriores, pero nuevamente, no había recibido el impulso político para concretarse, lo que se hizo en esta administración.
P. Hasta la fecha, ¿cuál ha sido su principal logro?
R. Se puede concluir que el principal logro fue demostrar que si se podían cambiar situaciones estancadas, procesos paralizados, para recuperar el avance en diferentes campos. La reforma procesal laboral y procesal civil, la reforma contra el fraude fiscal, el respeto a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CDIH), para respetar la fertilización in vitro, son concreciones que requerían de impulso político para concretarse y seguir fortaleciendo las garantías de la ciudadanía y de la defensa de los derechos humanos.
P. ¿Qué espera heredarle Luis Guillermo Solís al próximo presidente de Costa Rica?
R. Un país con mejores condiciones de las que recibimos. Particularmente, logramos reactivar obras que estaban paralizadas o estancadas, y demostramos que aunque hay problemas estructurales que no se resuelven en cuatro años, si es posible recuperar el avance y dejar sentadas las bases de proyectos estratégicos que deben ser continuados para reactivar la economía, generar bienestar a la ciudadanía y mejorar la competitividad.
P. Por último, siendo autocrítico y como profesor de vocación que es, si tuviera que calificarse con nota de 1 a 10, ¿cuál sería su nota y por qué?
R. No me corresponde asignarme una nota. Le corresponde al pueblo costarricense evaluar una gestión que es un ejercicio colectivo.
Lo que si puedo asegurar con claridad es que somos un gobierno honesto, que construye democracia, respeta la Constitución Política, y que profundiza los derechos humanos.
Colaboró con esta información el periodista Ronny López.