Redacción- Un niño en edad escolar -entre los 6 y 12 años- vive un proceso constante de aprendizaje y desarrollo cerebral. En esta etapa descubren el mundo, aprenden a leer y a escribir. Por eso, cuidar su alimentación es fundamental para estimular su habilidad cognitiva.
No existe un alimento que contenga todos los nutrientes necesarios en las cantidades adecuadas, por lo que es importante que la dieta de los niños sea variada y balanceada.
Patricia Vial, gerente de nutrición, salud y bienestar, ofrece las siguientes recomendaciones para cuidar la alimentación de los pequeños:
Consuma alimentos ricos en hierro: Lo primero que debe saber es que una baja concentración de hierro en la sangre puede afectar el desempeño escolar del niño. El hierro es un mineral esencial para el funcionamiento del organismo porque forma parte de la hemoglobina, cuya función principal es el transporte de oxígeno a los diferentes órganos del cuerpo.
Además, es un componente activo de enzimas que, a su vez, participan en la generación de energía e intervienen en la función inmunológica y rendimiento intelectual.
Si un niño no logra cubrir las necesidades diarias de hierro, el cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos sanos para transportar oxígeno a los órganos. Esto produce una enfermedad llamada “anemia por deficiencia de hierro”, que produce debilidad, palidez y bajo rendimiento escolar.
- Las vitaminas del complejo B son importantes para el desarrollo cognitivo del niño: estas contribuyen a la formación de importantes neurotransmisores del cerebro y participan en el metabolismo de los carbohidratos y en la liberación de energía.
- Ácido fólico desde el embarazo: las mujeres embarazadas o que tienen planes de tener un bebé deben tomar en cuenta el consumo de ácido fólico y vitaminas del complejo B, pues ayudan en la prevención de defectos en el cerebro y la columna vertebral del niño. Si existen deficiencias, el bebé puede desarrollar defectos del tubo neural (éste no se cierra completamente) y se produce retraso en el desarrollo mental.
También, el ácido fólico participa en la formación y mantenimiento de células nuevas, necesarias para la formación del ADN y los glóbulos rojos normales. Esto es vital durante la infancia y adolescencia, pues son periodos de rápido crecimiento.
¿Qué alimentos debo incluir en la dieta de los niños para cubrir estas necesidades?
Hay diferentes formas de cubrir las necesidades diarias de estos nutrientes. Algunos alimentos ricos en hierro son las carnes rojas, la carne oscura de las aves, almejas, ostras, vísceras y peces de carne oscura. De origen vegetal, se puede obtener hierro de granos como los frijoles y vegetales de color verde intenso, como la espinaca, acelgas, y el germen de trigo.
Otra manera de obtener estos nutrientes, es a través del consumo de alimentos fortificados, como algunos cereales para el desayuno. Debido a sus cualidades nutricionales, este alimento es la opción más rápida y saludable para empezar el día, pero; también, son una deliciosa alternativa para las meriendas de la mañana y de la tarde.
“La fortificación de alimentos consiste en la adición de uno o más nutrientes esenciales a un alimento de consumo masivo como sopas, leche o cereales, por ejemplo. La fortificación ofrece la mejor solución costo-beneficio, para ayudar a garantizar el consumo adecuado de micronutrientes a través de productos que se consumen regularmente, sin que esto signifique, un cambio drástico en los hábitos alimenticios de las personas”, explicó Vial.
De acuerdo con Vial, también, es importante elegir aquellos productos hechos de cereal integral, pues mantienen el grano entero y, de esta manera, conservan el contenido natural de nutrientes, como la fibra, vitaminas y minerales.