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San José – Cinco diputados del bloque de oposición quieren la presidencia del Congreso en la elección que se realizará este primero de mayo.

La alianza opositora compuesta el año anterior y que puso a Antonio Álvarez Desanti en la cabeza del directorio, hoy está divida y corre por conseguir un acuerdo a tres días de la sesión solemne.

Óscar López, diputado del Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE), fue el primer opositor que confirmó su candidatura la semana anterior. López ha señalado que él cedería su agenda a cambio de los votos obtenidos en las diferentes bancadas.

José Alberto Alfaro, quien hasta el 2 de abril ocupó la presidencia interina del Congreso, también luchará por ganar la elección del lunes. Hasta ahora, los legisladores de su fracción (Movimiento Libertario) no han confirmado el apoyo de otras bancadas.

Gerardo Vargas Rojas, jefe de fracción de la Unidad, también anunció, sorpresivamente, su interés de ocupar la presidencia del directorio. Vargas Rojas ha sido crítico con la alianza opositora.

Incluso, el año anterior calificó de ‘traidor’ a Liberación Nacional, bancada con la que el PUSC conformó la alianza el 1 de mayo de 2016, por apoyar la reforma fiscal impulsada por el gobierno.

La herida de la Unidad aún no se ha cerrado, pues el PUSC había acordado en esa sesión del año anterior apoyar a Álvarez Desanti para la presidencia del Congreso a cambio de no dar trámite a proyectos como el impuesto de la renta como el de Valor Agregado (IVA).

Otros diputados de bancadas minoritarias tienen interés por la silla del directorio: Mario Redondo de Alianza Demócrata Cristiana de Cartago y Gonzalo Ramírez de Renovación Costarricense.

La bancada de Liberación Nacional se reunió esta mañana con las fracciones minoritarias, con el fin de conseguir un acuerdo; sin embargo, aún no hay humo blanco.

Por su parte, en la fracción del gobierno, el legislador Ottón Solís sostiene reuniones con diputados de todas las fracciones para conseguir los votos.

Solís ha dicho vehementemente que los diputados de otras fracciones conocen cuáles son sus criterios estrictos en algunos temas, pero también sostiene una amplia agenda de negociación.