San José – A pesar de que la fracción del Frente Amplio calificó de ‘fundamentalista’ a Gonzalo Ramírez, nuevo presidente del Congreso, dos de sus diputados votaron indirectamente para que el cristiano alcanzara la presidencia del directorio.

Ante esto, la lluvia de críticas contra la bancada ha provocado que la misma cúpula del partido se pronuncie, calificando de ‘error político’ el que Jorge Arguedas y Ligia Fallas votaran nulo y que con ello dieran su apoyo al diputado de Renovación Costarricense y sucesor de Justo Orozco.

La Comisión Política del Frente Amplio, además, reafirmó que esos dos diputados no pertenecen a la bancada, lo cual esclarece la fuerte división interna que atraviesa esa fracción en el Congreso.

«Lamentar profundamente el retroceso que significa la elección en la presidencia de la Asamblea Legislativa de un
mercader de la fe, que utiliza las honestas creencias religiosas de las y los costarricenses para combatir el avance
de los Derechos Humanos de poblaciones particularmente agredidas de nuestra sociedad», manifestó la comisión.

Además, a pesar de que los votos del FA fueron claves para que Ramírez ganara la elección, el partido culpa al PLN por el ‘retroceso político’.

«Señalar que la responsabilidad política principal por este retroceso cultural y político es de la fracción del Partido
Liberación Nacional (PLN) y de su candidato presidencial Antonio Álvarez Desanti», dijo la cúpula frenteamplista.

Las críticas contra ese partido provocaron que anoche, la diputada Suray Carrillo renunciara a la jefatura de fracción, con apenas dos días de haber sido nombrada.