Redacción- La fe, sencillez y agradecimiento de la población de Llano Grande de Cartago se activa cada mes de mayo, desde 1877, debido a un milagro a favor de los agricultores de esa zona atribuido a la Virgen de los Ángeles.

A través de diferentes procesiones, los vecinos visitan más de 400 fincas y más de un millar de casas con la imagen de La Negrita para agradecer su intercesión. 

Según los relatos de aquella época, una plaga de langostas y chapulines estaba destruyendo por completo todos los cultivos y terrenos, generando pobreza y desesperación entre los agricultores

cuando la Negrita de los Ángeles hizo que una plaga de langostas y chapulines abandonaran los cultivos y los terrenos.

Esto sucedió en el sector que hoy recibe el nombre de barrio Los Ángeles, donde se conserva la Piedra del Milagro y es escenario de las principales actividades. Sin embargo, la fe nunca se perdió y la certeza de ser escuchados por Dios permaneció como una luz en medio de las casas a oscuras.

Es aquí donde surge la motivación de los antepasados para acudir al amparo de la Santísima Virgen. Los vecinos de aquella época partieron hacia Cartago para pedirle a los curas que llevaran la imagen de La Negrita hasta las diferentes fincas de su comunidad para pedir el auxilio divino.

La imagen fue llevada hasta las fincas agrícolas el 6 de junio de 1877  y el tan esperado milagro ocurrió. Todas las plagas huyeron de la zona de forma inmediata.

Desde entonces, los campesinos iniciaron una celebración propia de la comunidad que hoy, 140 años después, se mantiene. Cada año, los vecinos de Llano Grande realizan una peregrinación por todas las fincas de la comunidad para recordar aquel milagro de La Negrita.

Los agricultores y sus familias cargan una réplica de la Virgen de los Ángeles, rezan rosarios y, acompañados de guitarras y acordeones, cantan por las calles durante todo el mes de mayo.

La celebración termina con una peregrinación hacia la Gruta del Milagro, en barrio Los Ángeles de Llano Grande, y una eucaristía que preside el obispo de Cartago.

Las familias se reúnen para compartir la alegría de la fe y en gran cantidad de ocasiones muchos suspenden sus trabajos para dar gracias a Dios por su bondad. #AMPrensa