Fotografía: Nación.com

Redacción- Hace 20 años, en Nicaragua, la Liga Deportiva Alajuelense se enfrentaba al Diriangén en un partido que desde el arranque tenía un claro favorito para hacerse con la victoria: los manudos.

Sin embargo, la historia cambiaría y los erizos firmarían la derrota más vergonzosa para el balompié costarricense. En ese encuentro cayeron derrotados por marcador de 3-2, resultado que cambiarían en el juego de vuelta al revertir el marcador, logrando así el pase a la siguiente fase.

Alajuelense viajó a Nicaragua con todo su arsenal, por eso las críticas no se hicieron esperar. Llegaban a Diriamba con un equipo lleno de seleccionados nacionales, siete en total.

La derrota no fue bien recibida en Costa Rica, nadie, ni los mismos rojinegros, se explicaba cómo el equipo había sido derrotado ante un conjunto de un país donde su principal deporte era el béisbol. Incluso, la prensa nicaragüense buscaba una respuesta para esta victoria de los pinoleros sobre los nacionales.

«Nadie había pensado en este triunfo, tomando en cuenta que el Alajuelense venía con siete jugadores seleccionados», comentó Óscar Lara, narrador de radio Nicaragua, al concluir el encuentro en el año 1997.

El juego entre caciques y leones correspondía a la segunda fase del Torneo de Campeones y Subcampeones de la Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (CONCACAF) y los anotadores para Alajuelense fueron Josef Miso y Ronald Carrasco, mientras que para el Diriangén lo hicieron Tyrone Acevedo, “Chema” Bermúdez y Lester González.