Redacción- En el marco de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, el Banco de Costa Rica presenta, desde este 2 de junio y  hasta el 31 de julio, la exposición “Mariposario” de la artista plástica costarricense, Lizeth González Jiménez.

En esta  ocasión, la Galería Siegfried Schosinsky busca a través de las obras de González Jiménez, crear conciencia de la importancia de proteger el medio ambiente con una colectiva de arte en donde se presenta la naturaleza como aliada del urbanismo, vistas en las alas de 7 mariposas de tamaño monumental, acompañado de estañones (tarros) reciclados con figuras de ciudad y animales domésticos, y 7 cuadros en acrílicos con temáticas similares.

“Mariposario”, alusivo a la colectiva de mariposas, que es la obra de mayor representatividad en esta exposición, presenta diferentes escenas de la naturaleza y el urbanismo, en forma expresionista. Las mariposas en sus alas registran un extracto de diferentes ambientes como el mar, los árboles, el sol, la brisa, así como estampas de edificios en San José.

Las mismas están hechas en fibra de vidrio intervenidas con acrílico, pintadas a espátulas, con dimensiones de 120 mts de alto x7 5 alto. Los estañones, de 115  mts de alto son de acero, intervenidos en acrílico.  Las pinturas son acrílico sobre lienzo en diferentes dimensiones.

La artista comenta que el motivo de trabajar en temáticas de naturaleza y urbanismo, es la simbiosis que puede existir entre ambos. “El urbanismo no tiene que destruir la naturaleza, al contrario, debe respetarla y adaptarse a ella.

Por ejemplo, los estañones, es una muestra de cómo podemos re utilizar un objeto, que botado al mar o tirado en la tierra puede ser dañino para el ambiente, pero que intervenido con acrílico aplicado con espátula, puede convertirse en una hermosa obra de arte funcional, porque se utiliza como mesa”, dijo González Jiménez

Añade que es la primera vez que trabaja en una exposición en donde la obra principal son mariposas, el animal que mejor representa la metamorfosis, las diferentes etapas por las que atraviesan los seres vivos. “En los estañones se ve la convivencia de los gatos en las ciudades. A mis hijos les gustan los gatos y ellos me inspiran a pintarlos, conviviendo en ciudades, entre casas y edificios. Los cuadros también tienen la simbiosis de ciudad y flora, y hay otros  de edificios expresionistas que lucen como hileras de obeliscos. Todas las obras tienen una línea temática conductora, que es el color como elemento de vida y emoción”, concluye la artista.