Redacción- A pesar de que parecen animales mansos, las vacas que pastan en libertad en los montes tienen un instinto de protección muy desarrollado y este puede activarse si ven que su entorno no es seguro y sus terneros corren peligro. Tanto que pueden llegar a atacar con fuerza contra sus propios cuidadores como senderistas que pasean por el campo sin que haya habido interacción alguna con ellas. Más aún cuando acaban de dar a luz.
Según un informe realizado por la “Health and Safety Executive” (organismo británico encargado de la seguridad en el trabajo), desde el año 2000, 74 personas han fallecido debido al ataque de una vaca en Reino Unido, la gran mayoría granjeros, pero es alarmante que un 24% de de estas muertes fueron senderistas que andaban libremente por el campo. Muchos creerían que los toros son más propensos a atacar, pero no, de entre todos los datos recogidos por el informe de la HSE, menos del 2% de los ataques fueron producidos por ellos, y ninguno acabó en muerte.
Pero, ¿qué les provoca atacar? En principio, veterinarios y ganaderos coinciden en que las reses recién paridas tienen un instinto maternal de protección muy fuerte, lo que provoca que si se sienten amenazadas hagan lo posible por atacar. Además, según el informe, el ir acompañado de un perro no ayuda, ya que los consideran depredadores. De hecho, un 94% de las personas que fallecieron iban con ellos en el momento del ataque.