Redacción- El periódico The New York Times, elaboró una teoría en la que propuso diversos factores que conformarían las abultadas cifras de hoy en día. El rendimiento, la edad, la posición, la nacionalidad, la duración del contrato y su valor comercial son algunos de ellos.

Claramente, esos parámetros no determinan un número exacto, sin embargo son detalles que le dan una idea razonable a la cantidad por la cual se quiera poner el precio u ofertar.

Antonio Conte, entrenador del Chelsea, consideró en su momento que: «En general, los precios son demasiado altos; el mercado es una locura», y agregó que «cuando quieres comprar un jugador, el costo es muy alto. No es el valor real del futbolista».

El portal norteamericano detalló que existe una inflación en los precios, producto de las riquezas de la Premier League, el aumento de las ganancias de los «superclubes» europeos y el poderío económico de la Superliga China.

De todos modos, y a pesar de las inflaciones o los parámetros, el cartel con el precio que se le cuelga a los jugadores es mayormente «una corazonada». «Es como una receta secreta para cada club, la cual solo es conocida en el club y en nuestros libros», afirmó Olaf Rebbe, director deportivo del Wolfsburgo de la Bundesliga y agregó que, «cada club decide a su manera cuánto cuesta un jugador, y eso podría ser completamente diferente según tu opinión».

The New York Times, evidenció dos ejemplos concretos. Uno fue el del Everton al momento de tazar a su delantero Romelu Lukaku en 126 millones de dólares, la misma suma que tendría que pagar el Barcelona por Marco Verratti, dos jugadores de 24 años pero claramente distintos.

El Stoke City y su forma de ponerle precio al joven portero inglés, Jack Butland, fue el otro ejemplo ya que, después de ver que el conjunto de Ronald Koeman ofrecía USD 38 millones al Sunderland por un arquero de menor calibre, decidieron que su futbolista debía salir más que ese dineral.

Henry Stott, fundador de Decision Technology, una consultoría de investigación que brinda consejos a varios equipos de alto perfil, creó un modelo para cotizar jugadores dentro del mercado. Sin embargo, reconoció que «hay un millón de factores que no se observan».Cada club e individuo actúa según su presentimiento y están dispuestos a negociar en base a lo que ellos dispongan.

Fuente: Infobae