Redacción /EFE- Un tribunal de la República Dominicana dictó un año de prisión preventiva contra un sacerdote acusado de matar y abusar sexualmente de un menor de edad, según informó a la prensa el abogado del religioso.
El imputado es Elvin Taveras Durán, acusado de asesinar a Fernely Carrión, de 16 años, contra quien, además, cometía abuso sexual, según familiares del menor, cuyo cadáver apareció el pasado lunes, cuatro días después de haber salido a encontrarse con el religioso quien, supuestamente, le iba a entregar un dinero.
En la audiencia de la Oficina de Atención Permanente de la provincia Santo Domingo, a la que no tuvo acceso la prensa, el sacerdote «se mantuvo todo el tiempo en silencio», según dijo a medios, al término de la audiencia, su abogado Miguel Liria González.
El caso ha sido tratado con cierto hermetismo y la Policía no ha informado de este caso en los informes diarios que envía a los medios de comunicación.
Tras conocerse los primeros datos del crimen, que ha consternado a la sociedad, la Arquidiócesis de Santo Domingo anunció el martes la suspensión del ejercicio sacerdotal de Taveras Durán.
A la vez, manifestó su disposición «de colaborar con las investigaciones del caso y el proceso judicial que se derive del mismo» y pidió a las autoridades que, «basados en la verdad de los hechos, apliquen las sanciones previstas en el Código penal».
«Acompañamos en su dolor a la familia Carrión Saviñón, a la cual le expresamos nuestra cercanía, les pedimos perdón y les aseguramos nuestras oraciones», indicó la Arquidiócesis en un comunicado.
Los padres y otros familiares del menor Fernely Carrión acusan del crimen a Taveras Durán,asignado a una parroquia de Santo Domingo y quien, afirmaron, «confesó» ante las autoridades que mató al menor «a machetazos y puñaladas».
El sacerdote «vivía dándole dinero» a Fernely, aseguró a la prensa su padre, Freddy Carrión, quien reclamó «todo el peso de la ley» para el supuesto asesino de su hijo.
En declaraciones a periodistas, Freddy Carrión dijo que el religioso «se llenó de celos» porque el adolescente empezó a publicar fotos en las redes sociales con su novia.