Redacción– Cuando apenas tenía 17 años, Karen Masís descubrió que su cuerpo era un lienzo en el que podía expresar su personalidad y su forma de ver el mundo.
Hoy, Karen es una joven microbiologa de 26 años que vive en Belén, Heredia, pero además, es una de las Tattooed Model más destacadas del país. Su profesionalismo y el arte que lleva impreso en su piel la condujeron a participar en convenciones en Panamá, Guatemala, México y próximamente El Salvador.
Masís es amante y defensora acérrima de los animales, los cuales se han convertido en la mayor inspiración del arte que lleva en su cuerpo; en su pierna izquierda inmortalizó a su perrita Wisky, la primera de tres perros que rescató de las calles.
«Se ve muy diferente al retrato ya que ahora tiene once años y ya está viejita, pero recuerdo que el día que me realicé ese tatuaje lloré al ver el resultado final», confesó Karen.
Fue a espaldas de sus padres que se realizó el primero, hoy en su piel acumula 13 tatuajes. Empezó con uno muy pequeño, los siguientes aumentaron en extensión y aunque confiesa que el espacio se le está acabando, continuará llenando su piel de tinta.
«En este punto de mi vida tengo pensada y esquematizada cada parte de mi cuerpo, sin embargo todo se debe hacer en el tiempo adecuado y con los artistas correctos. Tengo mis ideas muy claras en cuanto a los conceptos y temas que quiero desarrollar pero el detalle fino surge con el tiempo», afirmó la joven modelo.
Además de su trabajo en el modelaje, Karen cursa el diplomado en Microbiología, carrera a la que le dedica horas y mucho esfuerzo, es una apasionada de las ciencias biológicas y aspira a estudiar Biotecnología.