Redacción – Por lo general, las mujeres y los hombres pasan la vida buscando la felicidad, ya que se cree que son felices cuando les llegan grandes oportunidades como: ascenso, pareja ideal, casa de los suelos (…) y el error está precisamente en poner un plazo a la felicidad.

Desde que las personas están pequeñas se les ha inculcado que la felicidad está afuera de ellos, ya que algo o alguien dará aquello que se necesita para acallar la voz interior  que dice algo falta y no esta completo.

Se puede comprobar que cuando se consigue lo que tanto se ha deseado, la felicidad es momentánea y se vuelve a empezar con otra “ilusión”.

En el caso de los hombres, se les ha hecho creer que la felicidad está más bien en todo lo relacionado con lo material: un buen puesto de trabajo, un buen sueldo, un buen coche(…). mientras que  las mujeres, se les han enseñado más bien a poner el foco en todo lo emocional y afectivo: tener pareja, hijos, que éstos estén sanos y se desarrollen felices.

Lejos de enseñarnos a conseguir nuestra propia plenitud y felicidad nos han hecho responsables de la felicidad de los demás. Para colmo, hoy día, también hay que añadir los valores de felicidad masculinos: buen puesto de trabajo, reconocimiento laboral.

Ahora la gran pregunta: ¿Para qué hacer todo esto? Para ser aceptados y nos quieran. Las mujeres dependen mucho de la opinión de los demás, siempre buscan una imagen perfecta, con el anhelo íntimo de que alguien devuelva una imagen de nosotras mismas lo más aceptable posible.

Si bien en algunos aspectos  se ha mejorado la posición social, en lo profundo se ha avanzado muy poco.

Los malos tratos aumentan, siguen teniendo presión para ser madres, no se puede mostrar los verdaderos sentimientos al respecto, ya que se sostiene modelo de maternidad idealizada basada en el sacrificio y la abnegación y la sociedad impone sus propios cánones de belleza.

¿Y qué es lo que se puede hacer? Amarse asimismas, pero amarse a lo grande, darse aquello que no le  dieron.

También, aceptarse totalmente, cuerpo, limitaciones. errores del pasado, aceptar lo que son, hay que recordar que no todos son perfectos.

Ama su imperfección y si no se ama eso se transmitirá a los demás y llegarán a su vida las personas que se reflejarán justo eso, justo para que lo veas.

¿Se  quiere? ¿Se valora? ¿Cómo se ve? ¿Sabe cuáles son sus necesidades? para evolucionar esto es lo primero que debemos observar, qué cargas tenemos y cómo afrontarlas.