Redacción-  Cada día es mayor el número de consumidores que buscan en las góndolas de los supermercados productos amigables con el ambiente.

Un estudio de Unilever realizado en cinco países el año anterior, reveló que un 21% de los encuestados elegirían una marca si ésta hiciera visible sus credenciales de sostenibilidad de una manera más clara en sus envases y en su comercialización.

Esto representa una gran oportunidad para las empresas costarricenses exportadoras y es una muestra de que esta cultura cada vez toma más fuerza incluso a nivel nacional.

Por esta razón, el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (INTECO) desarrolló dos normas que le permitirán a las organizaciones crear una herramienta informativa para diferenciar productos que comparativamente presenten un mejor desempeño ambiental. Y con esto, los consumidores podrán identificar dichos artículos a la hora de realizar sus compras.

“Estas normas son un instrumento que brinda a los consumidores información verificable, precisa y no engañosa sobre los aspectos ambientales de los productos, promueve el mejoramiento ambiental de los procesos productivos y estimula la demanda y el suministro de productos que afecten en menor medida el medio ambiente”, afirmó Mauricio Céspedes, director ejecutivo de INTECO.

Se trata de la INTE B8 y la INTE B12 que establecen los requisitos de otorgamiento y uso de la Etiqueta Ambiental Tipo I y la Tipo III, respectivamente.

Los productos que lleven la Etiqueta Tipo I serán aquellos que cumplen con una norma técnica que establece criterios ambientales y que por lo tanto, podrán certificarse y obtener el «sello o etiqueta» costarricense (otorgado por el MINAE) para diferenciarse en el mercado y asegurarle al consumidor que la información ambiental es veraz. Este tipo de etiquetas se utilizarán mayormente en el mercado local, para mejorar la competitividad y como criterio de compras sustentables para el Estado.

Por su parte, la Etiqueta Tipo III es una declaración ambiental (por ejemplo: huella de carbono, huella de agua, huella toxicológica, etc.) que ayuda al consumidor final a comparar productos y escoger aquellos con mejores características ambientales a través de la información resultante de su análisis ciclo de vida. Datos especialmente útiles para productos de exportación, pues en países desarrollados ya se está solicitando como un requisito obligatorio.

El estudio mencionado anteriormente asegura que las marcas que integraron la sostenibilidad, lograron casi la mitad del crecimiento global de su empresa en el 2015. A la par, también crecen un 30% más rápido que el resto del negocio.

Un producto identificado con el logo de la Etiqueta Ambiental indica, según sea aplicable a su naturaleza, que hace uso sostenible de los recursos naturales que emplea (materia prima e insumos), utiliza materias primas que no son tóxicas para el ambiente, emplea procesos de producción que involucran menos cantidades de energía o que hacen uso de fuentes de energía renovables y cumple con criterios de reciclabilidad, reutilización o biodegradabilidad, entre otras cosas.

Las normas son de interés para consumidores, las industrias de todos los sectores y para el Estado y se pueden adquirir en el Centro de Documentación de INTECO, ubicado en  San Pedro, Montes de Oca.