Redacción- Ocho de cada diez mujeres diagnosticadas con cáncer hace cinco años están vivas hoy. Este dato, por primera vez obtenido por el sistema de vigilancia epidemiológica institucional de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Costa Rica es uno de los pocos países en Latinoamérica que garantizan el acceso a radioterapia, quimioterapia y medicamentos a todas las enfermas dentro del sistema de salud de la seguridad social.

Para el doctor Roy Wong, el dato evidencia la importancia de la detección temprana, pues la literatura médica señala que, cuanto más antes ocurra la detección, mayor posibilidad de sobrevida tiene la persona enferma.

De igual manera la gerenta médica la Dra. María Eugenia Villalta enfatiza la importancia de los esfuerzos realizados en atención temprana y enlaza el sentido de cuidado personal de las mujeres, al acudir a los servicios antes alguna molestia o en actitud preventiva.

El doctor Wong también señala que esos datos permiten evidenciar el mito de la enfermedad como sinónimo de muerte, pues en nuestro país, si bien este tipo de tumor es el que causa la mayor cantidad de fallecimientos entre las mujeres con cáncer, para la mayoría de las mujeres con el diagnóstico hay una oportunidad alta de vida.

Por lo tanto, la noticia de la sobrevida es un triunfo institucional y propone a las mujeres recientemente diagnosticadas el hecho de enfrentar la enfermedad con una visión de futuro optimista, señala el médico con especialidad en epidemiología.

Gran proyecto de detección temprana

Con el objetivo de mejorar la oportunidad de vida para las pacientes a un nivel todavía mayor, la CCSS tiene en fase de plan piloto el proyecto más grande en la historia del país en cuanto a la detección de cáncer de mama, pues aspira a realizar mamografías a las mujeres sanas entre 45 y 69 años para poder dar atención oportuna y bajar el índice de mortalidad.

Para poder lograr eso, la mayor parte de las detecciones del cáncer de mama deben ocurrir en etapas tempranas, en estados 0 y 1 del tumor en una escala de 0 a 4, cuando las posibilidades de curación están cercanas al cien por ciento.

Actualmente el proyecto está en marcha en cinco comunidades: área de Salud Tibás-Uruca-Merced, Clínica Clorito Picado, Carpio-León XIII, Coopesain y Goicoechea-Moravia. y se irá extendiendo a todo el país según se extienda la red de mamógrafos.