Redacción – El ingenio de un equipo técnico costarricense compuesto por químicos, bioquímicos y farmacéuticos permite hoy, después de más de dos años y medio de investigación y desarrollo, el lanzamiento al mercado de la primera pintura Anti-Insectos, única en Costa Rica y Centroamérica. Ellos son colaboradores de Grupo CELCO, el cual tiene presencia en Costa Rica, Guatemala y El Salvador.

La Pintura Anti-Insectos CELCO es una pintura látex para interiores con tecnología innovadora, eficiente contra todo tipo de insectos y ácaros. Poderosa en el control del mosquito Aedes aegypti, principal vector de los virus que causan el zika, dengue y chikungunya. Su sistema de micro encapsulamiento polimérico permite una liberación lenta del ingrediente activo y reguladores del crecimiento de insectos, de forma progresiva hasta por 12 meses. No es tóxica para mamíferos y está libre de plomo, mercurio y cromo hexavalente.

La pintura también provoca una reproducción muy defectuosa de insectos, con larvas débiles y moribundas, por lo que se eliminarán múltiples plagas de insectos de los hogares.

El Ministerio de Salud, por medio de su Programa de Control de Vectores, ha validado y certificado su eficacia. El Dr. Rodrigo Marín, Coordinador Nacional de este programa, realizó múltiples pruebas de campo, ensayos de eficacia y de residualidad biológica, en insectarios con colonias de mosquitos, registrando resultados contundentes de un 100% de efectividad sobre los mosquitos expuestos.

Para la creación de esta pintura, se analizaron durante dos años y medio diferentes principios activos, aditivos, resinas y procedimientos de micro encapsulación para llegar a un producto efectivo y que permitiera tener un precio al público accesible para todos los niveles socioeconómicos. El equipo técnico fue liderado por la costarricense Jessica Chamorro, Directora de Investigación y Desarrollo de CELCO de Costa Rica.

Como un aporte social a la comunidad, con esta nueva pintura Anti-Insectos CELCO se pintaron recientemente todas las aulas de la Escuela Clemente Avendaño en Ujarrás, Paraíso, Cartago, ya que presentaba fuertes problemas de plagas de mosquitos por su cercanía con la represa de Cachí, afectando principalmente a los niños que acuden a clases.