Por José Romero Guevara

Coach de vida y laboral


 

Durante la navidad y el fin de año se producen estados emocionales que aparecen cuando estamos en vacaciones o tenemos más tiempo libre ¿por qué ocurre esto?. El tiempo libre es un momento en el cual tenemos la oportunidad de estar con nosotros mismos y de ahí nacen pensamientos que nos llevan a la tristeza, alegría, enojo, sorpresa o miedo.

Cuando finaliza un periodo de vida (el año, el colegio, un trabajo temporal, una relación) acercarse al final nos confronta de pronto con todo lo vivido versus lo que nos viene. En este proceso lo vivido depende de cómo hayamos estado conectados con nosotros mismos y nuestros valores, si no ha sido así puede que nazcan sentimientos de culpa por los errores cometidos o satisfacción por los logros alcanzados.

En el escenario del pasado comenzamos a sentir emociones fuertes también por aquellos seres queridos que ya no están con nosotros, aquel empleo que extrañamos o el lugar donde vivimos y fuimos felices. Comenzamos a sentir emociones que ya creímos habrían sido superadas pero con algún objeto, canción o palabra vuelven a revivir recuerdos que son valiosos para nosotros esto es normal y no debemos preocuparnos.

El problema surge si nos quedamos en la tristeza de lo perdido, lo añorado que nos quita la posibilidad de apreciar lo que vivimos en el presente, ahí si debemos aprender a resolver y cerrar los círculos pasados para poder abrazar con flexibilidad lo que se nos presente.

Es importante comprender que todo proceso de cambio tiene varias etapas:

  • Cristalización: Tenemos el hábito o pensamiento estable. Acá es importante tomar conciencia si el hábito, pensamiento o emoción mejoran mi calidad de vida, caso de que no es importante comenzar el proceso de descristalización.
  • Descristalización: Proceso de cambio, salir de la zona de confort, comenzar a practicar nuevas formas de pensar, sentir o comportarse en ambientes bajo condiciones controladas.
  • Cristalización: Acá los pensamientos, emociones y hábitos han sido interiorizados. Esto significa que ya los practicamos en forma constante y no necesitamos hacer un esfuerzo extra para lograrlo.

Durante este proceso es normal que la resistencia al cambio aparezca así como la curiosidad por lo nuevo. Si es mas fuerte la resistencia al cambio (lo cual es normal) entonces buscaremos  volver a nuestra zona de confort anterior y evitaremos el proceso de cambio (descristalización). En este caso es esencial trabajar el porque queremos cambiar, cual es el sentido del cambio, reflexionar  profundamente es fundamental y ojala con ayuda de alguien que nos de otro punto de vista.

Para salir de nuestros estados emocionales, pensamientos y hábitos destructivos es muy importante creer que si se puede. Tener la confianza de que somos capaces de cambiar es un principio fundamental e imprescindible para descristalizarnos y comenzar una aventura que nos llevara por caminos nuevos.

Abracemos el 2018 con la idea de esperanza y fe de que todo estará mejor no porque de pronto nos ocurran por milagro cosas buenas desde el punto de vista externo, si no porque al conquistarnos a nosotros mismos estaremos cerca de desarrollar un núcleo interno fuerte y poderoso que se pueda enfrentar a las cambios inesperados y a los retos que nos plantee la vida.