Redacción- ¿Desea comer menos? Quizá sea el momento de intentar una “alimentación consciente”, la idea de una dieta sencilla que realmente funciona.

La alimentación inconsciente a menudo nos lleva a comer de más. Gracias a la alimentación consciente, se puede disfrutar más de la comida, incluso comiendo menos.

Aunque nunca haya escuchado el concepto de alimentación inconsciente, es muy probable que lo haya experimentado. ¿No recuerda qué cenó porque estaba muy concentrado en el programa de televisión que estaba mirando? Eso es alimentación inconsciente. ¿Alguna vez comió un balde entero de palomitas de maíz en el cine sin siquiera darse cuenta? Eso también es alimentación inconsciente.

La alimentación inconsciente es lo que ocurre cuando usted no está concentrado en lo que come y, en realidad, responde a otras señales que no son el hambre que lo impulsa a comer… y comer. Dado que la alimentación inconsciente le hace incorporar muchas más calorías que las que debería consumir, imagine lo que pasaría si cambiara por completo la “alimentación inconsciente” por la “alimentación consciente”.

¿Qué es la alimentación inconsciente?

La alimentación inconsciente es lo que ocurre cuando usted come (y come de más) sin pensar en lo que está haciendo. Cuando come de manera inconsciente, no le importa si tiene hambre o no, ni analiza si la porción que está comiendo es demasiado grande o si la comida tiene buen sabor. Simplemente, come. Esto ocurre porque no está prestando atención a las señales internas de su cuerpo (es decir, aquellas que le indican si tiene hambre o si está satisfecho). En cambio, responde a otros factores ambientales que lo hacen comer de más.

Supongamos que está comiendo y su cuerpo le indica que está satisfecho. Si le presta atención a esta señal corporal, simplemente dejará de comer, incluso si todavía queda algo de comida en el plato. Sin embargo, si está comiendo de manera inconsciente, su cuerpo no le indica que debe dejar de comer. Por el contrario, usted pasa a depender de factores externos para dejar de comer: el factor que indica que ya no hay más comida en el plato.

¿Qué es la alimentación consciente?

Cuando come de manera consciente, intenta prestar mayor atención a las señales internas de hambre y saciedad, y además adquiere más conciencia de qué lo impulsa a comer en primer lugar.

Cuando se sienta a comer de manera consciente, se involucra más con la experiencia alimentaria. Esto significa que la disfrutará más y que, probablemente, termine comiendo menos. Comienza a prestar atención al aspecto de la comida en el plato, a los aromas y los sabores. Si está con otras personas, disfruta de su compañía.

Y si está comiendo solo, siente el placer de concentrarse en su plato y disfrutar de la comida sin distracciones. Mientras come de manera consciente y disfruta más la comida, aprende a sentirse satisfecho con porciones adecuadas, lo cual lo ayuda a reducir la tendencia a comer de más. En realidad, comer menos es uno de los resultados de la alimentación consciente. Y, para algunas personas, es un beneficio maravilloso.

Cómo comer de manera más consciente

Preste atención a por qué come. En primer lugar, uno de los primeros pasos de la alimentación consciente es prestar más atención a las razones que lo impulsan a comer. La idea consiste en ser más consciente y no juzgarse severamente. Llevar un diario de alimentación puede ser algo muy útil. Cuando sienta la necesidad imperiosa de comer, anote qué le genera dicha necesidad.

¿Tiene hambre? ¿Está cansado? ¿Está ansioso? ¿Está aburrido? Además, califique el nivel de hambre con una escala del 1 al 5, donde 1 significa que “no siente el deseo de comer” y 5 significa que “siente la necesidad imperiosa de comer”.

Al cabo de aproximadamente una semana, analice sus patrones. Si suele comer porque está estresado, debe buscar otras alternativas que le permitan relajarse (como salir a caminar, llamar a un amigo o escribir en su diario). Si observa que su nivel de hambre antes de sentarse a comer es casi siempre 5, debe mejorar la planificación. Por ejemplo, puede tener a mano refrigerios saludables, tales como barras proteicas, frutas o un paquete pequeño de nueces de soja.

Preste atención a cuándo come. ¿Come cuando tiene hambre? ¿Come porque el reloj le indica que es la hora de comer? El hambre es una señal interna y, como tal, debería prestarle atención. No debe comer solo porque el reloj le indica que es la hora de comer, a menos que efectivamente tenga hambre.

Preste atención a cómo come. ¿Come de pie, en su escritorio mientras trabaja o mientras mira la televisión? En tal caso, es poco probable que esté prestando suficiente atención a su alimentación.

Preste atención a qué come. Cuando presta atención a lo que come, significa que elige alimentos nutritivos y atractivos. En vez de actuar en base a sus impulsos, tómese el tiempo necesario para pensar en qué desea comer y qué alimentos saludables lo saciarán. Por otra parte, no se estará alimentando de manera consciente si come lo primero que tiene a mano solo porque está cerca o si come una barra dulce porque sacia sus ansias momentáneas.