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Redacción- Este domingo 10 de diciembre la Panadería Araya se prepara para que todos le den el feliz cumpleaños, y 400 personas lleguen para saborear un pedacito de queque, mientras que minutos antes en la misa de 12 md en el altar de la Basílica de Los Ángeles unidos todos darán las gracias por el logro alcanzado durante un siglo.

Cuatro generaciones han escrito la historia de la panadería con más tradición e historia de la vieja metrópoli y desde donde sólo ellos preparan productos que en otros lugares no se consiguen: más de 50 productos de repostería y  40 de pan.

Con los primeros rayos del sol, durante todo el día por más de un siglo propios y extraños llegan hasta histórico lugar, el cual sirve incluso de momentos de tertulia mientras compran las delicias de la panadería y la repostería de antaño: encanelados, bizcotelas, enlustrados, zapotillo, acemitas, maíz crudo, rosquetes y un sinnúmero de productos hechos de harina se apoderan del gusto y paladar de compradores.

“Siempre hemos mantenido la tradición por los auténticos productos tradicionales, eso es lo que nos caracteriza. Sin embargo, siempre hemos tenido esa visión por innovar y cómo satisfacer las necesidades de nuevos requerimientos de los clientes”, afirmó Manuel Araya propietario de la panadería y miembro de la cuarta generación que está hoy frente al negocio.

Don José Araya,  un visionario empresario fue quien empezó a escribir la historia y horneo sus sueños para abrirse paso con la Panadería Araya. Su lucha fue más allá cuando en 1910, el terremoto de Cartago desplomo sus sueños pero no su espíritu emprendedor que lo hizo comprar una propiedad en la calle del comercio de Cartago donde hoy se ubica la panadería y donde también estableció su hogar y el negocio desde 1917.

En 1949 se construyó el actual edificio, hoy no sólo un sitio de encuentro al sabor, sino también de referencia y encuentro más aún para los romeros que llegan el 2 de agosto, para visitar a la negrita. “Hemos visto pasar generaciones de generaciones durante la festividad de la Virgen, los visitantes nos cuentan con nostalgia la historia que se teje alrededor de la panadería”, destacó Araya.

Asimismo Araya reiteró: “Se nos plantean nuevos desafíos para seguir creciendo y mantener no sólo los productos de tradición, sino aquellos cambios que demanda un mercado más exigente y competitivo, siempre manteniendo prendido el horno donde celebramos algo más que el cumpleaños de la Panadería Araya, sino también que siempre ha estado en manos de nuestra familia”.