Redacción – El renombre científico del Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR), durante sus 50 años de trayectoria, le permite hoy trabajar con laboratorios especializados en más de 28 países alrededor del mundo. Estas alianzas, junto con su amplia experiencia técnica, le da la posibilidad de producir antivenenos para distribuirlos en 14 países de alta vulnerabilidad social, que de otra forma no podrían acceder a este medicamento vital.

¿Su objetivo? Salvar vidas y erradicar los efectos perjudiciales que una mordedura de serpiente puede generar en la salud humana, cuyas consecuencias van desde secuelas permanentes hasta el fallecimiento.

Esta contribución de la UCR se enmarca en un contexto mundial en el que la mayoría de accidentes ofídicos ocurre en países pobres, específicamente afecta a trabajadores agrícolas y jóvenes de zonas rurales. Dicha situación hace que las grandes farmacéuticas no produzcan antivenenos al considerarlos como medicamentos poco lucrativos a nivel económico, razón por la cual el ICP-UCR pone su saber científico al servicio de las zonas más necesitadas sin ningún ánimo de lucro.

Entre los 14 países en los que el Instituto distribuye sus productos se encuentran Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Colombia y Ecuador, donde en conjunto se presentan más de 6.000 accidentes ofídicos al año. En los últimos cinco años el Instituto ha donado a esta naciones cerca de 300.000 viales de antivenenos. Además, ha contribuido con la investigación y distribución de sueros en países africanos como Nigeria y Costa De Marfil, Sri Lanka en el continente asiático y Papua Nueva Guinea en Oceanía.

De acuerdo con el Dr. José María Gutiérrez Gutiérrez, investigador del ICP-UCR, el aporte del Instituto a nivel internacional es posible gracias a investigaciones de punta, a la calidad humana y profesional de los funcionarios y a los vínculos internacionales promovidos por una filosofía de solidaridad.

El ICP realiza estudios para el conocimiento biológico de las serpientes venenosas mediante análisis relacionados con el mecanismo de acción de las toxinas, la capacidad neutralizante de los antivenenos, así como la innovación tecnológica para el desarrollo de nuevos productos y el mejoramiento de los existentes.

“El amplio conocimiento en la fabricación de antivenenos por el ICP-UCR, proporciona el desarrollo de nuevas tecnologías para la producción y el control de calidad. Por otra parte, la investigación se ha fortalecido en diversos ámbitos temáticos, uno de los cuales es el estudio en detalle de la composición bioquímica, esencial para la comprensión de los mecanismos de acción de los venenos y sus toxinas. Para ello, se emplea la tecnología de espectrometría de masas para identificar componentes y cuantificar su concentración”, puntualizó.

Investigación más allá de las fronteras

El conocimiento generado por el Instituto beneficia a la cultura científica de Costa Rica. Los estudios que se llevan a cabo por la UCR generan vínculos entre investigadores de diversas regiones del mundo. La oportunidad abre las puertas en el abordaje de temas de mayor complejidad que aumentan el impacto y la proyección costarricense a nivel internacional.

De los 28 laboratorios con los que trabaja el ICP sobresalen algunos ubicados en Brasil, Estados Unidos, Suecia, Dinamarca, Reino Unido, España, Francia, Israel, Alemania, Japón y Australia, así como de otros países en América Latina. Estas colaboraciones son clave para la UCR, pues le permite generar espacios de encuentro académico con colegas de diversas latitudes y contextos.

“Los estudios efectuados por el ICP en colaboración con grupos de otros países, dan a conocer a profundidad la forma sobre cómo actúan los venenos de serpiente y permiten conocer cuál es la capacidad de diversos sueros para neutralizar venenos de varias regiones. Todo eso impulsa la proyección de la ciencia costarricense al ámbito global y al mismo tiempo beneficia a poblaciones de muchos países”, relató el Dr. Gutiérrez.

Con información del portal de noticias de la UCR.