Redacción- Los deportistas a lo largo de su carrera, están expuestos a muchas lesiones de cualquier magnitud,  inclusive la misma muerte, que algunas veces han sido tan aparatosas.

Nodar Kumaritashvili: La lista comienza con el ex competidor olímpico Nodar Kumaritashvili, el georgiano murió en el año 2010 en los juegos de invierno en Canadá.   Kumaritashvili se clasificó para la competición masculina individual. El 12 de febrero, durante una carrera de entrenamiento en el Whistler Sliding Centre, resultó gravemente herido en un accidente saliéndose de la pista y golpeándose la cabeza con un poste de acero. En ese momento corría a 143,3 kilómetros por hora. Esta competición era el debut del joven en estos juegos.

Gordon Smiley:  Este conductor estadounidense, murió de forma trágica mientras corría en las 500 millas de Indianapolis,  en una de las vueltas de practica perdió el control y su automóvil quedó en otro lado de la pista cuando alcanzaba una velocidad cerca de 200 mph (320 km / h). El impacto desintegró completamente el chasis de  provocando una explotación.

https://youtu.be/HEM6Z7IV0i4

Phillip Hughes: El jugador de cricket australiano, Phillip Hughes, tuvo un accidente fatal  el 25 de noviembre de 2014, cuando  Hughes  recibió un golpe en el cuello por el balón después de perder un intento de tiro cuando bateaba en el cuello, un área desprotegida y sensible. El talentoso jugador colapsó antes de recibir resucitación boca. Hughes murió de sus heridas, tres días antes de cumplir 26 años.

Jeremy Lusk: Otro de los casos ha sido el ex freestyler, Jeremy Lusk, este competidor tuvo un accidente en el año 2009, Lusk murió en Costa Rica en la competencia X-Knights. Lusk, cayó aparatosamente luego de intentar un truco que años atrás le costo un accidente pero no de la misma magnitud. sufrió un daño cerebral catastrófico. Los médicos realizaron una cirugía que duró cinco horas  en el Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia en San José.

Diego Dedone: La última muerte aparatosa pasó en el fútbol, específicamente en la  Serie B del fútbol brasileño. Un jugador del Guaratinguetá recibió una brutal patada de parte de un compañero suyo luego de evitar un gol del Vila Nova. Diego Dedone logró despejar, con la cabeza y al ras del suelo, un balón que se colaba en su arco, pero su compañero Everton, en el afán de despejar el balón, terminó pateándole la cabeza, rozando apenas el esférico y dejándoselo a un delantero rival, que anotó el gol.