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  • El fisco pierde cerca de $100 millones al año por contrabando

Redacción – Tras la crisis del déficit fiscal que vive Costa Rica, la Cámara Costarricense-Norteamericana de Comercio (AmCham) llegó a la conclusión de que este flagelo ha llegado a niveles insostenibles para el país, ya que el ingreso y alto consumo de productos no permitidos continúa aumentando año tras año.

El foro “Comercio Ilícito en Costa Rica: Impacto social, económico y en la seguridad ciudadana”, forma parte de las acciones de sensibilización y análisis que AmCham realiza para luchar contra todas las formas de este problema como el contrabando, la evasión fiscal, subfacturación, falsificación, piratería, entre otros factores.

Stephen Donehoo, especialista en inteligencia y seguridad nacional, participó en el foro y fue quien describió lo implacable de esta problemática que continúa creciendo y siendo protagonista en el país y representa una grave amenaza a la seguridad, estabilidad y salud ciudadana.

Debido a esto, se convocó a más de 150 autoridades y funcionarios de las diferentes instituciones, organizaciones y empresas que conjuntamente combaten el comercio ilegal de mercancías.

El whisky, vodka y ron de bajo costo son los principales tipos de licor que entran al país para su distribución y venta ilegal.

$100 millones fantasmas

En Costa Rica, se dejan de percibir más de $100 millones anuales por el contrabando de cigarrillos y licores, a lo que se le debe sumar la venta ilícita de medicamentos, artículos de cuidado personal, lotería, alimentos y otros. La presencia de esta cifra podría ayudar en la disminución del déficit que para el 2018 se estima en 7,1% según el Banco Central.

Para el año 2014, un poco más de 36 mil litros de alcohol ingresó al país y el valor total de la venta de bebidas alcohólicas ilegales fue de $112 millones. Al final, la pérdida de impuestos por este tipo de actividad fue de $75 millones.

El contrabando puro de productos ilegales aumentó un 11% y la presencia de productos falsificados en el mercado aumentó un 9%, entre el 2012 y el 2014. Por otro lado, el total de contrabando corresponde a un 89% del volumen de alcohol ilegal en términos de alcohol puro.

Al cierre del año 2016, la Policía de Control Fiscal (PCF) contabilizó un crecimiento del 284% en decomisos de productos ilegales, con respecto al año 2013. En estos datos destacaron los cigarrillos, licores y artículos de uso personal. Además, el aumento a nivel nacional de puntos de venta de productos ilícitos y el creciente delito de robo de contenedores agudiza la pérdida de ingresos al fisco.

En el sector de licores, se evaden anualmente $75 millones en impuestos por este tipo de actividad ilegal según AmCham, monto que eventualmente podría ser invertido en la construcción de 10 escuelas u otro tipo de proyectos y obras sociales.

Costa Rica entre los países con mayor nivel de comercio ilícito

Según presidente de AmCham, Elías Soley, Costa Rica se encuentra entre los países con mayor nivel de comercio ilícito de la región, por lo que es urgente que la sociedad comprenda la necesidad de contrarrestar toda práctica de comercio ilegal, debido a las múltiples e incalculables consecuencias que recaen en la sociedad y en la economía nacional.

“Con cada producto que adquirimos de forma ilícita, estamos financiando redes de crimen organizado, que son quienes manejan el contrabando, la piratería, la pornografía, la trata de personas, el narcotráfico y hasta el terrorismo, situación que representa un serio problema de inseguridad ciudadana”, aseguró Soley.

Además, Donehoo afirma que adquirir productos ilícitos atrae al crimen organizado que opera detrás de estos productos, a los barrios de los consumidores y están poniendo en riesgo a sus habitantes, así como incentivando la competencia desleal en contra de los establecimientos comerciales que sí están al día con las patentes y pago de impuestos.

“Los ciudadanos deben comprender que las acciones que se emprenden para combatir el comercio ilegal se realizan con el fin de protegerlos, ya que al consumir estos productos ponen en riesgo su salud al ser de dudosa procedencia y la seguridad ciudadana al financiar el crimen organizado”, concluyó.