Redacción- El equipo del Club Sport Cartaginés estuvo cerca de descender luego de tener una temporada para el olvido.

Los brumosos ya habían tenido protagonismo en las temporadas pasadas, sin embargo, las últimas dos temporadas fueron una completa pesadilla.

Los malos resultados se comenzaron a dar y tan solo cinco fechas ya los brumosos sumaban dos empates y tres derrotas.

Los aficionados cansados de los malos resultados dejaron de asistir al Estadio pese al apoyo que le pedían sus jugadores.

La primera victoria llegaría hasta la jornada 11 del campeonato, cuando derrotarían al Carmen 4-1 como locales. Randall «Chiqui» Brenes, Paolo Jimenez, Jameson Scott y Dylan Flores serían los encargados de ahogar el grito de los aficionados que ya necesitaban una victoria.

Sin embargo, esta felicidad duraría solo una fecha, ya que volverían a la realidad y conseguirían un empate frente a la Universidad de Costa Rica, para que una semana después cayeran ante el Deportivo Saprissa.

La calma llegaría para los dirigidos por el técnico Gustavo Roverano, que luego de empatar con el líder Herediano y Liberia caer humillado ante Grecia 4-0, los cartagineses se mantendrían en la categoría.

En este juego contra los florenses, Ricardo Blanco sería el héroe al anotar el gol del empate y que haría historia para dejar a Cartago en la primera división.

Luego de ese alivio, caerían otra vez en tierras caribeñas, cuando un Limón con mucha facilidad golearía a los brumosos con un marcador de 3-1 .

Finalmente llegaría la última fecha, pero con una noticia que pondría final a una historia, Danny Fonseca, se retiraría del fútbol y este lo haría frente a Liberia.

El último partido llegaría donde ambos equipos se iban a despedir del torneo, uno para descender y el otro para esperar el siguiente torneo.

Con una victoria para los visitantes pondría el final de Fonseca en la primera división. Con un sin sabor el capitán se despediría de toda esa afición que lo apoyo durante toda su carrera.

Para la próxima temporada, los brumosos esperan lavarse la cara  y lograr estar en los primeros como es de costumbre para estos.