Redacción– El Ministerio de Salud de Costa Rica otorgó la aprobación de Humira (adalimumab), para el tratamiento de la uveítis no infecciosa intermedia y posterior y panuveítis en pacientes adultos que han presentado una respuesta inadecuada a corticoesteroides y que necesiten disminuir su tratamiento con corticoesteroides, o en aquellos en los que el tratamiento con corticoesteroides sea inapropiado.
“Esta aprobación marca un importante hito para los pacientes con uveítis, quienes no tenían una alternativa de tratamiento biológico disponible, dijo Marianella González, Directora Médica para AbbVie Centro América y el Caribe. “Además esta aprobación, muestra la dedicación de AbbVie para tratar las necesidades no satisfechas en los pacientes que viven con enfermedades inflamatorias autoinmunes”.
La Uveítis es una de las principales causas de pérdida de la visión en el mundo, atribuyéndosele aproximadamente el 10-15% de casos de ceguera total. La uveítis es la quinta causa de ceguera en Estados Unidos. Sin embargo, en algunos países todavía ocupa el tercer lugar. Pocos estudios han evaluado la prevalencia de la uveítis, y los estimados globales con respecto a la prevalencia de la uveítis varían ampliamente, pero se ha reportado en cerca de 38 casos por 100 000 personas. La uveítis afecta principalmente a personas en edad productiva, es decir de 20 a 50 años. Se calcula que el costo económico de la discapacidad visual por uveítis es similar al secundario a diabetes.
La uveítis es la inflamación de la úvea que corresponde a tres tejidos en el globo ocular: iris, cuerpo ciliar y coroides. Puede inflamarse una de estas tres estructuras o todas a la vez. Así la uveítis se divide en uveítis anterior (iris), intermedia (cuerpo ciliar), posterior (coroides) y panuveitis (todas).
La uveítis se puede desarrollar súbitamente o de forma insidiosa, bien sea con un enrojecimiento y dolor de los ojos, o con visión borrosa indolora. Además del ojo rojo y dolor de los ojos, otros síntomas de la uveítis pueden incluir sensibilidad a la luz llamada fotofobia, visión borrosa, y manchas flotadoras.
Un caso simple de «ojo rojo,» puede ser un problema tan serio como la uveítis. Si el ojo duele y se pone rojo, debe ser examinado y tratado por un oftalmólogo a la brevedad posible.
La uveítis no es una sola enfermedad si no un grupo de enfermedades oculares y/o sistémicas que provocan inflamación en los ojos. Idealmente, debe ser tratada por un especialista en uveítis y como algunas se relacionan con enfermedades reumáticas lo ideal sería tratar estos casos en conjunto con un reumatólogo. Pues debe tratarse temprana y adecuadamente para evitar serias complicaciones oculares y pérdida de visión. Un mismo tipo de Uveítis varía en evolución y respuesta al tratamiento de paciente en paciente por lo que el tratamiento debe ser individualizado.
“El diagnóstico y el tratamiento de la uveítis es un verdadero reto para los sistemas de salud, en el que la rápida y correcta identificación es clave para evitar el desarrollo de la enfermedad que puede terminar en daños oculares graves e irreversibles, incluyendo la ceguera. Asimismo, los profesionales de salud debemos buscar opciones de tratamiento oportuno y seguros que actúen con mínimos efectos secundarios.
Se debe de respetar el tratamiento escalonado de la uveítis iniciando con los tratamientos tópicos y cambiar a tratamientos sistémicos rápidamente en casos con tendencia a la recurrencia o cronicidad. En muchas ocasiones se debe iniciar directamente con los tratamientos sistémicos desde un principio de la enfermedad. el buen o mal pronóstico visual de la uveítis depende del tipo de uveítis, el grado de la inflamación y la toma de decisiones adecuadas del médico tratante, indicó el Oftalmólogo Dra. Mónica Evans.