Redacción. La carta enviada por el diputado sacarleño Luis Ramón Carranza, del Partido Acción Ciudadana, a la ministra de Salud para interferir en la final de la segunda división del fútbol nacional, es considera por algunos como una acción de tráfico de influencias.

Incluso, el departamento legal del equipo de Jicaral valora interponer una denuncia penal en la Fiscalía General de la República contra el legislador por ese hecho, pues tenía -en apariencia- la intención de evitar que el último juego de la final entre Jicaral y San Carlos se realizara en el estadio de la península para favorecer a los visitantes.

Carranza hizo público días atrás ser aficionado de San Carlos, pues es originario de esa misma zona. Esa situación es la que más llama la atención tras el envío de la carta que, incluso, originó una nueva inspección al reducto de Jicaral. Sin embargo, el Ministerio de Salud no encontró mayores problemas y la final siempre se jugará en ese estadio.

Para el penalista Juan Diego Castro, el oficio que el diputado del PAC envía a la ministra de Salud podría ser perfectamente un hecho que encuadre en el tipo penal de tráfico de influencias, o al menos conducta que quebrante el deber de probidad.

«Si el diputado es amigo de la Asociación Deportiva de San Carlos y busca favorecer a su equipo, mediante una denuncia velada ante la jerarca de salud, a pocos días de jugar un partido crucial contra Jicaral para impedir que se realice en esa comunidad, es claro que está valiéndose de su poderosa posición política para presionar a la ministra y buscar favorecer al equipo de San Carlos.

No es probo, ni éticamente correcto utilizar la curul para influir en una ministra buscando torcer un marcador de un partido politiqueramente», señaló Juan  Diego Castro.

Por su parte, el gerente de Jicaral, Hansell Zúñiga, indicó que tanto el diputado como el equipo rival han actuado de forma incorrecta. Además, indicó que a su juicio sí existe tráfico de influencias porque el mismo diputado aceptó haber recibido una carta del equipo de San Carlos para solicitar su intervención.

«De momento nosotros estamos concentrados con el partido del sábado. Para nosotros el juego es en el terreno de juego y no en una mesa. Una vez que pasemos este partido continuaremos con las acciones que los abogados consideren», dijo Zúñiga.

AM Prensa consultó este miércoles al diputado Carranza sobre este caso y negó rotundamente que su acto sea calificado como tráfico de influencias debido a que su actuar obedece a la seguridad de los asistentes al estadio y no para influir en un marcador que favorezca a su equipo.