Vista del volcán Aso, donde se aprecia los refugios para resguardo de visitantes en caso de una erupción, Geoparque Aso, Japón.

Redacción-  Ante los retos del cambio climático, perdida de sistemas naturales, empobrecimiento de las zonas rurales y en el caso de los volcanes Rincón de la Vieja, Poás y Turrialba, afectación por erupciones, hay alternativas nuevas para un desarrollo sostenible.

Una de ellas es la conservación del patrimonio geológico, ya en aplicación en otros lugares del mundo, que trata de unir la preservación y el desarrollo económico en zonas rurales, situadas en áreas de especial interés geológico.

Esta conservación territorial integra la protección de geositios, aprovechamiento de suelos fértiles de manera sostenible, creación de productos agrarios con alto valor y el geoturismo.

El éxito en estas políticas de desarrollo sostenible lleva a una protección del georecurso y los ecosistemas, equidad territorial, cohesión social y crecimiento económico.

Para Volcanes sin Fronteras (VSF), es de especial interés desarrollar este concepto en el país, donde las personas descubrirán a partir de rutas, guiadas por locales, tesoros geológicos y su entorno, donde se mostrará que los volcanes más allá de un cráter, representan vida, producción y desarrollo.

Los profesionales de Volcanes sin Fronteras, a partir de sus conocimientos y el estudio de geoparques en Japón, China, España y Perú, en conjunto con expertos que han desarrollado estos proyectos en otras partes del mundo, han trabajado en la propuesta del desarrollo de Geoparques volcánicos en Costa Rica, la cual fue presentada a diferentes autoridades del Gobierno desde julio del 2017 (VSF-PY-05).

¿Qué es un geoparque?

Un geoparque es un territorio que contiene tanto un patrimonio geológico singular como una estrategia de desarrollo local propia. Tiene límites claramente definidos y una superficie suficiente para que pueda generar su propio desarrollo económico.

No es solo una figura de protección geológica ni lo pretende –aunque desde los geoparques se pueda contribuir a la protección del patrimonio geológico-; también interesa la calidad de vida de sus habitantes, la calidad de su biodiversidad tanto como su riqueza geológica y su beneficio económico.

Preservación de casas destruídas por las erupciones del volcán Unzen en 1991,
Geoparque Global Unzen, Japón.

Geoparque volcán Poás

Específicamente, la propuesta del Geoparque Volcán Poás, comprendería un área de 520 km2, un poco menos que la media de los geoparques a nivel mundial. Estarían involucrados los cantones de Poás, Alajuela, Valverde Vega, Grecia, Rio Cuarto, San Carlos y Heredia.

La ruta cubrirá desde el inicio del volcán, desde la conocida “PUNTO ROJO”, hasta la zona de Rio Cuarto, donde se podrá apreciar con otra perspectiva sitios como la falla geológica de Alajuela, los volcanes de Sabana Redonda, sitios de producción gracias a los suelos volcánicos como las fincas cafetaleras, los sembradíos de fresas, la gastronomía y sitios arqueológicos e históricos que han marcado la historia del país.

Todo esto englobado en un proyecto común que debe ser aceptado por las comunidades, con una participación activa y de apropiamiento.

Se tendrá en cuenta escenarios de actividad volcánica en los que el Geoparque pueda seguir funcionando en la medida de lo posible con normalidad, debido a que el cráter activo será un elemento más dentro del geoparque y no como lo es actualmente, prácticamente el único.