Redacción– Los siete mexicanos y el guatemalteco detenidos este sábado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) durante una operación antidrogas, vivían en Costa Rica, plácidamente, desde hace más de un año bajo la condición migratoria de turistas.

Así lo explicó Alberto Palma, jefe de la delegación del OIJ de Alajuela, quien -además- dijo que los extranjeros montaron una empresa importadora de cuero que utilizaron como fachada para enviar los cargamentos de cocaína a México.

De acuerdo con las investigaciones de la policía que iniciaron en enero anterior, los siete mexicanos y el guatemalteco llegaron a Costa Rica hace un año. Nunca legalizaron su residencia en el país, sino que salían y entraban cada tres meses para mantenerse como turistas.

No obstante, una información confidencial que recibió el OIJ permitió detectar las ilícitas operaciones de la organización que, al parecer, está vinculada con el cártel de Sinaloa, fundado en México por Joaquín El Chapo Guzmán.

Semanas atrás, los agentes judiciales lograron interceptar un cargamento de cocaína en Liberia que esta misma célula movilizaba en un camión por Liberia. La intención de los narcos era traficar ese cargamento por todo Centroamérica, hasta llegar a México.

La droga la llevaban oculta en estructuras metálicas que camuflaban entre las llantas de los camiones. Durante los allanamientos de este sábado, la policía encontró el sitio donde armaban esos cargamentos. Incluso, en una zona franca de Alajuela encontraron 70 kilos de coca que ya estaban listos para ser enviados.

En otros allanamientos, los judiciales también hallaron más evidencia:

  • Bello Horizonte. En la casa del presunto líder se encontraron 200 kilos de cocaína ocultos en un cielo raso y $20 mil en efectivo
  • Guachipelín. En una empresa que usaban como mampara se localizó un kilo de cocaína, $10 mil en efectivo, armas de fuego y una pareja de mexicanos.
  • Atenas. Vivían cinco mexicanos y un guatemalteco.

Los agentes continuarán con las investigaciones para establecer la participación de más personas en esta organización, pues no se descarta que algunos costarricenses hayan sido colaboradores. Sin embargo, aún no hay mayores detalles.

Todos los sospechosos quedaron a las órdenes del Ministerio Público, en donde se les tramita una causa por el delito de tráfico internacional de drogas. En las próximas horas, un juez deberá definir la situación jurídica de los ocho presuntos narcos.