Agencias- El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó hoy una legislación destinada a permitir que pacientes muy enfermos soliciten acceso a tratamientos aún sin aprobar por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

La nueva ley, titulada Right to try (derecho a probar), era una prioridad para el mandatario, el vicepresidente Mike Pence y los republicanos del Congreso, luego de que Trump la promoviera durante su discurso sobre el Estado de la Unión en enero último.

Miles de estadounidenses con enfermedades terminales finalmente tendrán la esperanza y la posibilidad de luchar, y creo que va a ser mejor que una oportunidad, que serán curados, recibirán ayuda y podrán estar con sus familias durante mucho tiempo, dijo Trump al rubricar la normativa.

Durante la ceremonia de firma, realizada en la Casa Blanca, el gobernante agradeció a los legisladores que patrocinaron el proyecto de ley y permitieron avalarlo en el Congreso, incluido el senador demócrata Joe Donnelly.

Los productos farmacéuticos en los Estados Unidos están regulados por la FDA, y cuando una compañía desarrolla un nuevo compuesto, el medicamento pasa por tres fases de ensayos clínicos que a menudo tardan años.

En una primera etapa, se requiere que la farmacéutica demuestre que el producto es relativamente seguro para los humanos, mientras que en momentos posteriores se evalúa si resulta eficaz sin efectos secundarios problemáticos.

La ley promulgada hoy autoriza a los médicos a administrar compuestos que ya pasaron la primera fase, pero que aún no han completado estos últimos ensayos clínicos en humanos.

Con ella, los pacientes necesitados de tratamientos experimentales solo requerirán la aprobación de su doctor y del fabricante de la droga.

Al mismo tiempo, la legislación protege a los médicos y las empresas de los riesgos legales de permitir productos no aprobados a menos que causen algún daño intencional.

Para poder recorrer ese camino, los pacientes deberán agotar primero todos los demás tratamientos avalados y opciones de ensayos clínicos disponibles.

Muchos demócratas y grupos de salud pública se oponen a la medida, con el argumento de que podría poner a los pacientes en peligro.

Algunas organizaciones afirmaron que la normativa da una falsa esperanza, ya que las compañías farmacéuticas no están obligadas a brindar a personas con enfermedades terminales los tratamientos experimentales que puedan solicitar.

En una carta dirigida al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, y a la líder demócrata en ese órgano, Nancy Pelosi, 38 grupos dijeron que eliminar a la FDA de la ecuación ‘probablemente haría más daño que bien’.

‘Cuando se le niega el acceso a una terapia a un paciente, generalmente es la empresa la que niega la solicitud. Eliminar a la FDA de este proceso probablemente no facilitará un mayor acceso a las terapias de investigación’, advirtieron.

Con información de la Agencia de Noticias Prensa Latina.