Agencia. Antes de que nuestra vida cupiera en un smartphone, existió un mundo donde las películas pasaban del cine al videoclub, 18 canciones cabían en un disco compacto y los mensajes de texto llegaban a una misteriosa cajita que sólo servía para recibir mensajes de texto. En menos de diez años, la tecnología que hacía esto posible fue reemplazada por otra y luego otra, hasta que los gadgets de los 90 se convirtieron en meros objetos coleccionables.

Los inventos que sobreviven a la tecnología son aquellos que se crearon no para superar a otros, sino para satisfacer una necesidad espiritual que muchas veces resulta inasible para la tecnología.

Los relojes, por ejemplo, siguen alrededor de nuestra muñeca moviéndose con el tiempo; los libros son portales a otras dimensiones que el cine no consigue emular y los discos no dejan de girar aun en la era de la música digital. Para honrar la tecnología sencilla, elegante y atemporal, Tommy Hilfiger presenta cinco inventos que resistieron la tecnología y aún conservan el mismo principio que les dio origen:

Bicicleta

Cuando la primera bicicleta surgió en 1817, era una simple barra que unía dos ruedas. En 1870 se le añadieron pedales y a partir de ese momento revolucionó el transporte en el mundo. Para las mujeres, por ejemplo, representó la posibilidad de desplazarse con libertad y rapidez en un mundo que las limitaba al hogar y sus alrededores. La bicicleta no sólo sobrevivió a los automóviles, también demostró ser un medio de transporte mucho más eficiente.

Radio

¿Tesla o Marconi? En la actualidad aún no existe un consenso respecto a quién fue el inventor de la radio; no obstante, el valor de este invento es indiscutible. Desde las primeras transmisiones de radio ocurridas a principios del siglo XX, la información y el entretenimiento se convirtieron en un fenómeno de masas que, a diferencia de los medios escritos, incluía a las personas analfabetas. Si bien en la actualidad la comunicación se basa preponderantemente en la imagen, la radio sigue acompañando a millones de personas en sus labores más cotidianas como manejar, cocinar o trabajar.

Libros

La historia de la humanidad está contenida en palabras. Los libros son vestigios de nuestro paso por el tiempo, por eso, ningún dispositivo electrónico podrá reemplazar la experiencia sensorial que despiertan: la textura del papel entre los dedos, su aroma a otras épocas y esa relación persona-objeto que se da cuando tomas notas en los márgenes y conviertes la lectura en una conversación.

Discos analógicos

Si bien los discos existen desde finales del siglo XIX, no fue hasta 1919 que expiraron las patentes básicas para la manufactura y un sinfín de compañías comenzaron a producirlos. Durante décadas, los viniles dominaron el mercado del entretenimiento hasta que los casettes y discos compactos empezaron a reemplazarlos. Después, los objetos fueron sacados de la ecuación y la música pasó a la dimensión intangible de lo digital; sin embargo, los acetatos han comenzado a fabricarse nuevamente, en parte porque reivindican el enorme trabajo de producción que existe detrás de una obra y en parte porque fue necesario darle una vuelta completa tecnología para reconocer que éste es un formato de sonido inigualable.

Relojes de pulsera

En tu computadora, en el celular y en el estéreo del coche, hay un reloj en cada lugar que voltees; y sin embargo, aún preferimos ver el andar del tiempo con un movimiento de mano.

Los relojes de Tommy Hilfiger conservan la elegancia y sencillez de los relojes tradicionales sin alejarse de las tendencias contemporáneas. Con materiales de la más alta calidad y diseños únicos, sus estilos casual, formal y deportivo para hombre y mujer avanzan con el tiempo para convertirse en una extensión de tu personalidad. Moviéndose a la par de la tecnología, la colección de relojes Tommy Hilfiger está disponible en Liverpool, El Palacio de Hierro, Sears, Sanborns y Bizarro.

El correr de los años pasa por encima de casi todo lo que toca, sólo las cosas que conservan su esencia sobreviven al tiempo y se transforman con él.

Con información de culturacolectiva.com