Son podría terminar cumpliendo el servicio militar en su país.

Redacción – Las lágrimas se apoderaron este sábado de la estrella surcoreana Son Heung Min, quién deberá cumplir con el servicio militar obligatorio en su país.

El futbolista de Totthenham de Inglaterra lloró desconsoladamente la eliminación del Mundial y la noticia que se tendrá que unir al ejército de su nación, lo impacto de mayor manera.

Asi salió del terreno de juego, la estrella surcoreana.

La estrella del gigante asiático saltó a la cancha en el Rostov Arena, marcó un gol de antología para su equipo pero no fue suficiente: cayeron 2-1 ante México y se quedaron prácticamente afuera del Mundial de Rusia 2018.

Aunque, las chances matemáticas todavía están, pero necesitan de un milagro y la alineación de varios planetas para clasificar a octavos de final.

En Corea del Sur, todos los hombres están obligados a cumplir con el servicio militar de 21 meses antes de los 28 años, es una regla instaurada desde hace más de 100 años en la nación asiática.

En caso de que Heung Min Son se niegue, las consecuencias van hasta dos años de cárcel.

¿Se hacen excepciones? Sí, lograr un éxito representando deportivamente al país.

Así sucedió en el Mundial 2002, donde llegaron a semifinales y dejaron en alto el nombre de Corea del Sur.

El futbolista tendrá una última oportunidad para evitar el servicio militar, es conseguir con su país los juegos asiáticos en Singapur que realizarán próximamente, pero el panorama luce muy complicado para Son.

A sus 25 años, Son brilla en la Premier League con el Tottenham y todo indica que deberá interrumpir el mejor momento de su carrera profesional para cumplir con las obligaciones que dicta el Estado coreano.

Además, otros de los miedos del futbolista es la dureza del servicio militar, que tiene lugar en medio del conflicto político y militar contra Corea del Norte.

Las autolesiones de los jóvenes, para evitarlo, son tan comunes como el maltrato que viven dentro de los centros de reclutamiento.

Hace dos años fue famoso el caso un hombre que subió 30 kilos para evitar ir, pero que hoy espera una posible condena de cinco años de cárcel.