Imagen ilustrativa.

Redacción –  El Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) inició la aplicación de un plan de austeridad estratégica para reducir el gasto público, uniéndose a la petición del mandatario Carlos Alvarado.

“Ya hemos ejecutado algunas acciones para incrementar la eficiencia en el uso de recursos sin comprometer la capacidad de ejecución de la institución”, comentó el presidente ejecutivo del INA, Andrés Valenciano, en Casa Presidencial.

Entre las medidas se encuentra la aprobación por la Junta Directiva de un recorte el presupuesto de los gastos de alimentación de sus sesiones, que pasó de $26 mil anuales a $3 mil 500 anuales.

Asimismo, se construyó una matriz de evaluación de viajes que permite brindar un criterio técnico aún más riguroso para definir el potencial beneficio e impacto para la institución de los viajes en el extranjero. Con esta medida en tres semanas la institución ha ahorrado $36 mil 866. según detalló Valenciano.

“Estaremos en contacto con autoridades y redes a las que pertenecemos por medio de herramientas virtuales, continuaremos trayendo expertos para temas de cooperación y asesorías técnicas para que más personas puedan ser capacitadas y solo en casos necesarios asistiremos a eventos que sean estratégicos y permitan al INA seguir generando alianzas”, indicó.

Informó, además, que los recursos entregados a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como pago para el «Plan de Modernización» ya se reintegraron en su totalidad.

“Los $383.980.00 regresaron a las cuentas bancarias del INA el 10 de mayo del 2018”, precisó.

También informó que el plan estratégico que impulsa la institución desde hace dos años, será liderado por la Unidad de Planificación del INA, con la asesoría y acompañamiento ad honorem del ex rector de la INCAE, Roberto Artavia.

“Esperamos que esté listo en los próximos tres meses”, concluyó Valenciano.

Carlos Alvarado, en el momento de su candidatura, anunció un papel protagónico del INA durante su gestión, en capacitación y reducción del desempleo en cada región, con una serie de mejoras en la gestión y la implementación de una estrategia proactiva con la participación del sector productivo, institucional y los gobiernos locales.