Fotografía por Adrián Meza Cordero.

Redacción. En la retina de los morados y liguistas aún se mantiene aquel domingo 27 de agosto del año anterior. Ese día, un pésimo arbitraje favoreció en casa a los rojinegros que, al igual que hoy, soñaban con alcanzar la copa 29.

Wílmer López asumía el banquillo de Alajuelense tras el fatídico paso de Benito Floro. Ese día, el Morera Soto se llenó a reventar, como no sucedía desde hacía mucho por los malos resultados del equipo.

Ese 27 de agosto, hace un año y unos cuantos días, el árbitro Ricardo Montero fue la figura de aquel Clásico Nacional. Se robó más que el show de principio a fin, pero por sus pésimas decisiones.

A los 16 segundos del primer tiempo, le anuló un gol legítimo al entonces delantero morado Jerry Bengtson, quien aprovechó un error del guardameta Patrick Pemberton para mandar el balón al fondo del marco. Sin embargo, el guardameta se tiró al suelo y fingió una falta: Ricardo Montero cayó en la trampa.

El juez del partido anuló el gol y pitó la inexistente falta. El alma regresó a los más de 15 mil liguistas que llenaron el estadio y ni que decir de Wílmer López.

Por el contrario, el banquillo tibaseño se fue en contra del árbitro que este domingo regresa a La Catedral para dirigir de nuevo el duelo más importante del campeonato nacional. 

Ese mismo 27 de agosto, Montero dio por buena una anotación de Jonathan Mc Donald que hizo con su antebrazo… una decisión, que aunada con la primera, desató la furia del Saprissa. Dos morados fueron expulsados a causa de esa, para muchos, justificado enojo.

¿Será nuevamente Ricardo Montero la figura del juego? Habrá que esperar a este domingo para conocer cual será la historia de este nuevo clásico que nuevamente, se roba la atención de los aficionados al fútbol tico.